/ sábado 11 de julio de 2020

El papel del abogado en estos tiempos de crisis

Por un momento parece ser que el Covid-19 desapareció los demás problemas, sin embargo, simplemente los ha ocultado. La delincuencia, desempleo, corrupción, discriminación, entre otros, siguen más vigentes que nunca, ante lo cual hay un profesional que tiene un papel que puede influir positivamente en este caos que vivimos los mexicanos.

Mañana domingo se conmemora el Día del Abogado, en este 2020 no habrá las celebraciones ni festejos acostumbrados como en años anteriores.

Como profesional del derecho, me uno al reconocimiento de todos los que integran este gremio, pero también haré unas reflexiones acerca de esta profesión.

En primer lugar, hay que dejar de hacer una especie de idealización respecto al concepto de la justicia, acción que se manifiesta en su forma más clásica en los mandamientos del jurista Eduardo Couture, en donde dice que cuando haya un conflicto entre el derecho y la justicia, se opte por esta última. El gran problema es que este concepto es imposible de definir y depende del tiempo, lugar y valores vigentes, por lo cual nos quedaremos simplemente con la definición romana de: Dar a cada quien lo que le corresponde.

Ahora bien, lamentablemente tenemos que recordar que millones de mexicanos viven de la ilegalidad, desde quien comercia sin pagar impuestos, hasta los grandes cárteles, es más, de una forma desgraciadísima hay lugares en nuestra patria donde existe un estado fallido.

Los licenciados en derecho deben ser los primeros en recordar la superlativa importancia de un ordenamiento jurídico, el cual se orienta a conservar la legalidad y el orden, evitando un estallido social, en el cual la vida de cualquiera puede ser segada abruptamente, como sucede cuando hay guerras o revoluciones, por eso los mexicanos debemos dejar de creer en las versiones románticas de la Independencia o la Revolución, pero eso es otro tema.

La corrupción es un mal endémico de nuestro país, surgido en la Nueva España y que lamentablemente está muy patente en diversas actividades. Sabemos que hay muchos abogados honestos, pero también no podemos dejar de reconocer que los hay sumamente corruptos, haciendo de sus conocimientos un arma nociva que se usa cotidianamente, eso se debe evitar, lo cual suena muy fácil, pero es muy difícil de cumplir. Creo que es mejor aceptar una realidad adversa y no creer en sistemas anticorrupción que son más simulación que solución. En este sentido, cada licenciado en derecho debe hacer un análisis personal y asumir que hay muchas malas prácticas que se deben evitar.

Actualmente hay muchos problemas emocionales que trascienden a lo legal, en este sentido, el abogado debe ver por la solución del conflicto y no su incremento, ya que algunos buscan que haya un litigio para poder lucrar, cuando en la realidad deben evitar el pleito.

Los profesionales jurídicos deben estar al frente en la confianza y respeto de nuestras instituciones, las cuales ha costado mucho forjar. No hay que hacer eco de esas críticas destructivas que no contribuyen a la estabilidad del país.

Es cierto que toda normatividad legal tiene defectos, pero pensemos un poco que sin esta simplemente viviríamos en el caos y la violencia, esto lo saben bien los mexicanos que viven diversos lugares que se han vuelto tierra de nadie.

Si bien hay una profunda relación entre política, economía y derecho, las leyes jamás deben someterse a los dos primeros elementos, sin embargo, esto no sucede así, tan solo hay que ver la gran cantidad de trucos y mañas utilizadas en una elección, en donde los códigos son ignorados manifiestamente por buena parte de los representantes legales de los partidos.

Ser abogado puede dar mucho prestigio o desprestigio; éxito profesional o desempleo, todo depende de la efectividad y algo muy importante: la reputación basada en la decencia y la verdad.

Mando un mensaje a los jóvenes, que quieren estudiar una carrera humanista, y se matriculan en una facultad derecho pensando en el dinero: están cometiendo un grave error y enterrarán sus sueños por un gran espejismo.

Mando una felicitación a los exitosos abogados Juan Manuel Bala y Eleazar Flores. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

Por un momento parece ser que el Covid-19 desapareció los demás problemas, sin embargo, simplemente los ha ocultado. La delincuencia, desempleo, corrupción, discriminación, entre otros, siguen más vigentes que nunca, ante lo cual hay un profesional que tiene un papel que puede influir positivamente en este caos que vivimos los mexicanos.

Mañana domingo se conmemora el Día del Abogado, en este 2020 no habrá las celebraciones ni festejos acostumbrados como en años anteriores.

Como profesional del derecho, me uno al reconocimiento de todos los que integran este gremio, pero también haré unas reflexiones acerca de esta profesión.

En primer lugar, hay que dejar de hacer una especie de idealización respecto al concepto de la justicia, acción que se manifiesta en su forma más clásica en los mandamientos del jurista Eduardo Couture, en donde dice que cuando haya un conflicto entre el derecho y la justicia, se opte por esta última. El gran problema es que este concepto es imposible de definir y depende del tiempo, lugar y valores vigentes, por lo cual nos quedaremos simplemente con la definición romana de: Dar a cada quien lo que le corresponde.

Ahora bien, lamentablemente tenemos que recordar que millones de mexicanos viven de la ilegalidad, desde quien comercia sin pagar impuestos, hasta los grandes cárteles, es más, de una forma desgraciadísima hay lugares en nuestra patria donde existe un estado fallido.

Los licenciados en derecho deben ser los primeros en recordar la superlativa importancia de un ordenamiento jurídico, el cual se orienta a conservar la legalidad y el orden, evitando un estallido social, en el cual la vida de cualquiera puede ser segada abruptamente, como sucede cuando hay guerras o revoluciones, por eso los mexicanos debemos dejar de creer en las versiones románticas de la Independencia o la Revolución, pero eso es otro tema.

La corrupción es un mal endémico de nuestro país, surgido en la Nueva España y que lamentablemente está muy patente en diversas actividades. Sabemos que hay muchos abogados honestos, pero también no podemos dejar de reconocer que los hay sumamente corruptos, haciendo de sus conocimientos un arma nociva que se usa cotidianamente, eso se debe evitar, lo cual suena muy fácil, pero es muy difícil de cumplir. Creo que es mejor aceptar una realidad adversa y no creer en sistemas anticorrupción que son más simulación que solución. En este sentido, cada licenciado en derecho debe hacer un análisis personal y asumir que hay muchas malas prácticas que se deben evitar.

Actualmente hay muchos problemas emocionales que trascienden a lo legal, en este sentido, el abogado debe ver por la solución del conflicto y no su incremento, ya que algunos buscan que haya un litigio para poder lucrar, cuando en la realidad deben evitar el pleito.

Los profesionales jurídicos deben estar al frente en la confianza y respeto de nuestras instituciones, las cuales ha costado mucho forjar. No hay que hacer eco de esas críticas destructivas que no contribuyen a la estabilidad del país.

Es cierto que toda normatividad legal tiene defectos, pero pensemos un poco que sin esta simplemente viviríamos en el caos y la violencia, esto lo saben bien los mexicanos que viven diversos lugares que se han vuelto tierra de nadie.

Si bien hay una profunda relación entre política, economía y derecho, las leyes jamás deben someterse a los dos primeros elementos, sin embargo, esto no sucede así, tan solo hay que ver la gran cantidad de trucos y mañas utilizadas en una elección, en donde los códigos son ignorados manifiestamente por buena parte de los representantes legales de los partidos.

Ser abogado puede dar mucho prestigio o desprestigio; éxito profesional o desempleo, todo depende de la efectividad y algo muy importante: la reputación basada en la decencia y la verdad.

Mando un mensaje a los jóvenes, que quieren estudiar una carrera humanista, y se matriculan en una facultad derecho pensando en el dinero: están cometiendo un grave error y enterrarán sus sueños por un gran espejismo.

Mando una felicitación a los exitosos abogados Juan Manuel Bala y Eleazar Flores. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.