/ lunes 12 de octubre de 2020

El plan de inversiones público-privadas no reactivara la economía

El 26 de noviembre de 2019 fue anunciado un plan de inversiones público privadas por 857 mil millones de pesos en obras de infraestructura para hacer crecer el Producto Interno Bruto nacional en 3% en 2020. Lo que en ese tiempo, tan contrastante con la tragedia sanitaria y el drama económico que estamos viviendo, sonaba altamente ambicioso, hoy es apenas una peregrina esperanza de que el gobierno y el sector privado trabajen por fin asociados en la reconstrucción de la economía nacional que ha sufrido un estrepitoso derrumbe, histórico desempleo, propagación de la pobreza y la extrema pobreza.

El pacto político económico vaticinaba, hace 9 meses, una etapa de reencuentro y coincidencia de intereses, entre el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y los organismos cúpula del sector empresarial.

Le antecedía un primer año de desencuentros, distanciamientos, fintas y tanteos, entre un sector privado envalentonado, mal acostumbrado en 36 años de neoliberalismo económico, y un gobierno de izquierda que pretendía hacer grandes cambios para fortalecer al Estado y a la sociedad; restarle protagonismos a las libres fuerzas del mercado que se habían enseñoreado, dedicado a acaparar, acumular la riqueza nacional, sin importarles la injusta, alarmante propagación de la pobreza.

Durante 9 meses quedó suspendido dicho convenio sin que mediara explicación por alguna de las dos partes. Se guardó silencio absoluto. Era obvio que las divergencias, el choque de intereses económicos, habían hecho imposible el avance, la concreción de programa tan atractivo.

A la Iniciativa privada le ha gustado invertir, ser concesionaria, en estos 40 años de apertura económica sin límites, en proyectos de obras públicas, pero no ha resultado eficiente, se ha mal acostumbrado a que el gobierno (con dinero del pueblo) tape sus deficiencias, entre a su rescate cuando las cosas le salen mal. Así fue con el criminal, billonario e interminable rescate de los banqueros, y del desastre carretero, que se realizó con la complicidad y tolerancia sin límites de los presidentes priistas y panistas en turno.

Qué privilegios trataron de arrancarle al gobierno de la 1V-Transformación, que éste prefirió no continuar las negociaciones durante casi un año. Es la emergencia económica, son las presiones de los organismos internacionales que invitan al gobierno y al sector empresarial a trabajar juntos. Nadie más va a rescatar la economía nacional del desastre en que se encuentra. Esto fue lo que parece renovó la voluntad política del presidente para abrirle más espacios a la inversión privada.

Ahora que Andrés Manuel López Obrador y los empresarios han decidido hacer a un lado sus diferencias y desconfianzas, reencaminan el plan inicialmente por 256 mil millones, la tercera parte de lo que anunciaron, ya en el último trimestre del año, es un hecho éste se quedará corto, apenas coadyuvará al rescate de la economía en 2021, no le alcanzará ya para este año. No, cuando el PIB nacional ha perdido tres billones de pesos tan solo en el segundo trimestre del año, según el INEGI.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que “no existe un desacuerdo entre empresarios y autoridades, pero es necesario que actúen juntos, con urgencia porque de otra manera no hay quien pueda hacer frente en exclusiva a la magnitud de esta crisis”.

En otros países, observa el organismo internacional al que México pertenece, ha sido posible echar mano de distintos mecanismos de acuerdo entre empresarios y sector público para poder movilizar recursos en cantidades mucho más grandes que lo que ha hecho México

El presidente y los gobernadores han dejado correr todo el año sin atender las constantes convocatorias del sector empresarial a crear un plan nacional para el rescate y la reactivación económica.

Por esta razón, todo el sexenio de Andrés Manuel, la economía mexicana no tendrá crecimiento, como afirma la Comisión Económica Para América Latina (CE¨PAL). Hasta 2025 alcanzaremos los niveles de 2019. NOS ESCUCHAMOS DIARIAMENTE de 13 a 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.






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El 26 de noviembre de 2019 fue anunciado un plan de inversiones público privadas por 857 mil millones de pesos en obras de infraestructura para hacer crecer el Producto Interno Bruto nacional en 3% en 2020. Lo que en ese tiempo, tan contrastante con la tragedia sanitaria y el drama económico que estamos viviendo, sonaba altamente ambicioso, hoy es apenas una peregrina esperanza de que el gobierno y el sector privado trabajen por fin asociados en la reconstrucción de la economía nacional que ha sufrido un estrepitoso derrumbe, histórico desempleo, propagación de la pobreza y la extrema pobreza.

El pacto político económico vaticinaba, hace 9 meses, una etapa de reencuentro y coincidencia de intereses, entre el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y los organismos cúpula del sector empresarial.

Le antecedía un primer año de desencuentros, distanciamientos, fintas y tanteos, entre un sector privado envalentonado, mal acostumbrado en 36 años de neoliberalismo económico, y un gobierno de izquierda que pretendía hacer grandes cambios para fortalecer al Estado y a la sociedad; restarle protagonismos a las libres fuerzas del mercado que se habían enseñoreado, dedicado a acaparar, acumular la riqueza nacional, sin importarles la injusta, alarmante propagación de la pobreza.

Durante 9 meses quedó suspendido dicho convenio sin que mediara explicación por alguna de las dos partes. Se guardó silencio absoluto. Era obvio que las divergencias, el choque de intereses económicos, habían hecho imposible el avance, la concreción de programa tan atractivo.

A la Iniciativa privada le ha gustado invertir, ser concesionaria, en estos 40 años de apertura económica sin límites, en proyectos de obras públicas, pero no ha resultado eficiente, se ha mal acostumbrado a que el gobierno (con dinero del pueblo) tape sus deficiencias, entre a su rescate cuando las cosas le salen mal. Así fue con el criminal, billonario e interminable rescate de los banqueros, y del desastre carretero, que se realizó con la complicidad y tolerancia sin límites de los presidentes priistas y panistas en turno.

Qué privilegios trataron de arrancarle al gobierno de la 1V-Transformación, que éste prefirió no continuar las negociaciones durante casi un año. Es la emergencia económica, son las presiones de los organismos internacionales que invitan al gobierno y al sector empresarial a trabajar juntos. Nadie más va a rescatar la economía nacional del desastre en que se encuentra. Esto fue lo que parece renovó la voluntad política del presidente para abrirle más espacios a la inversión privada.

Ahora que Andrés Manuel López Obrador y los empresarios han decidido hacer a un lado sus diferencias y desconfianzas, reencaminan el plan inicialmente por 256 mil millones, la tercera parte de lo que anunciaron, ya en el último trimestre del año, es un hecho éste se quedará corto, apenas coadyuvará al rescate de la economía en 2021, no le alcanzará ya para este año. No, cuando el PIB nacional ha perdido tres billones de pesos tan solo en el segundo trimestre del año, según el INEGI.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que “no existe un desacuerdo entre empresarios y autoridades, pero es necesario que actúen juntos, con urgencia porque de otra manera no hay quien pueda hacer frente en exclusiva a la magnitud de esta crisis”.

En otros países, observa el organismo internacional al que México pertenece, ha sido posible echar mano de distintos mecanismos de acuerdo entre empresarios y sector público para poder movilizar recursos en cantidades mucho más grandes que lo que ha hecho México

El presidente y los gobernadores han dejado correr todo el año sin atender las constantes convocatorias del sector empresarial a crear un plan nacional para el rescate y la reactivación económica.

Por esta razón, todo el sexenio de Andrés Manuel, la economía mexicana no tendrá crecimiento, como afirma la Comisión Económica Para América Latina (CE¨PAL). Hasta 2025 alcanzaremos los niveles de 2019. NOS ESCUCHAMOS DIARIAMENTE de 13 a 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.






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