La reforma educativa ha entrado en un proceso de encrucijada, Las posiciones se han polarizado, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador dice que está empeñado en derogar la mal llamada reforma educativa (la de Enrique Peña Nieto), y alcanzar un convenio con el magisterio sobre los nuevos términos, aunque advirtió que si no se llega a un acuerdo por el camino del diálogo extraordinario, “entonces voy a proponer la cancelación de la reforma, y voy a dejar como estaba la política educativa hasta el 2012”.
La posición de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha respondido en el mismo terreno de la inflexibilidad, al decir que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene que precisar los procedimientos que usaría para cancelar la reforma educativa en caso de no existir acuerdo con la CNTE, dijo Juan Melchor, integrante de la dirección política nacional del magisterio disidente.
Los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados dijeron que si el presidente Andrés Manuel López Obrador busca regresar al esquema previo a la reforma educativa de Enrique Peña Nieto, no será en automático por decreto, sino que deberá enviar otra iniciativa, y exigieron que “en el diálogo con el magisterio, el gobierno no ceda a chantajes, porque el magisterio se volvería a hacer del control de la educación”; y la derogación tiene que pasar por la cámara, expuso el coordinador priista René Juárez Cisneros.
Por otra parte, Elba Esther Gordillo que anda a la caza de oportunidades, de conflictos para ver que saca de provecho en su favor, como los buitres a la caza de la carroña, ha reingresado en el escenario calificando de una “reformita” la reforma educativa de López Obrador, y amenaza con buscar nuevamente la presidencia del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE).
El tabasqueño respondió a esa provocación: “Ya hasta estoy reservando mi lugar en primera fila porque quiero ver las elecciones internas, quiero ver a los maestros votando por primera vez de manera libre y en secreto, sin acarreos, sin amenazas, con democracia. Porque hay quienes dicen, ‘vamos a participar’. “Adelante, nada más que ya no hay sindicatos predilectos del gobierno, ni partidos ni grupos de intereses creados predilectos”.
Reconoció la legitimidad de buscar liderazgos sindicales, pero consideró que los trabajadores de la educación no van a permitir ninguna manipulación. Van a dar los maestros de México una lección de civismo cuando les corresponda elegir a sus dirigentes.
La reforma educativa debería estar ya aprobada a estas alturas, sin embargo, se ha complicado por las protestas, toma de calles que comunican a San Lázaro, manifestaciones, pretensiones de chantaje, oposición y negociaciones con la CNTE. Ante tal escenario, el mandatario señaló que por esta vía de la resistencia y de oposición a ultranza, se quedarían las cosas como en 2012; no sé si de esa manera habría protestas.
Advirtió que, en donde no cederán es en el manejo de la nómina, porque no se aceptará que haya corrupción ni aviadores, un señalamiento dedicado a la CNTE que quiere que, como en los viejos tiempos, el gobierno y el sindicato se repartan la mitad de las nuevas plazas anuales para profesores, y revenderlas. Es necesario tener una nómina confiable, saber dónde están los maestros, cuál es su escuela, dijo el presidente.
Esta última reflexión del tabasqueño de que hay que saber dónde están los maestros y las escuelas, tendrá hondas repercusiones en cuanto sea aprobada la reforma educativa, toda vez que existen en el país 90 mil escuelas multigrado, es decir, primarias, secundarias y preparatorias que son atendidas en todos sus grados, cada una, por un solo maestro, que les imparte clases a los alumnos de primero hasta sexto, los tres años de secundaria y los tres años de preparatoria, en todas las asignaturas.
Hay en todo el estado y el país una monstruosa falta de maestros. Solamente habría que crear 90 mil y 180 mil nuevas plazas si se quieren atender con tres maestros cada una de las escuelas multigrado. Y esto es una meta urgente, ya que no se puede descargar la responsabilidad de toda una escuela, en todas sus asignaturas, a un maestro.
En el gobierno de Enrique Peña Nieto, con su reforma educativa y la evaluación punitiva a los maestros, decenas de miles de ellos prefirieron jubilarse en vez de someterse a una evaluación que amenazaba con dejarlos sin trabajo. Así se jubilaron 250 mil maestros cuyas plazas quedaron acéfalas. Estamos hablando de la falta de cientos de miles de nuevas plazas desde kínder hasta preparatoria.
Si el gobierno de López Obrador quiere hacer frente a esa realidad, tendrá que enfrentar y afrontar un enorme gasto presupuestal. Por eso cuando dice que va a retomar la relevancia de las escuelas normales en la formación de maestros, “porque bajo el periodo neoliberal se pretendió prescindir de ellas”, hay quienes se preguntan: de dónde sacará tantos recursos para atender sólo el problema de la cantidad de escuelas y maestros, sin contar los recursos que debe destinar para atender el tema de la calidad educativa, y el mantenimiento de las escuelas… NOS ESCUCHAMOS DIARIAMENTE de las 13 a las 14 horas en ABC Radio 1280 de AM…
