/ viernes 5 de noviembre de 2021

¿Miedo, respeto o liderazgo?

Indudablemente un líder es quien tiene que ir al frente, para enfrentar la problemática que aqueja a la sociedad que se representa, o a la que mediante el voto popular por mandato constitucional o jurídico fue electo.

Uno se cuestionaría, ¿Por qué razón desde el gobierno en México, se polariza y divide a la población que se representa? He analizado diversos textos, tratando de entender la postura del jefe del Estado mexicano, Andrés Manuel López Obrador; si su actuar infunde miedo o respeto o, si en realidad es la de un líder.

Finca su aceptación en una política de comunicación diferente a la ortodoxia. (con información verdadera, falsa o muy cuestionable), el ejecutivo señala que actúa de esa manera para eliminar las normas o criterios que practicaron los anteriores gobiernos, al tiempo que intimida a diversos medios de comunicación que, de acuerdo a su postura, comprometen a su gobierno transformador y divulguen acciones comprometedoras sobre el desempeño de sus funcionarios.

La principal razón por la que establece un protagonismo mediático, que le permite mantenerse en un alto nivel de aceptación, es que solo él conduce justifica, señala y racionaliza los grandes logros y avances de su administración, para combatir las mentiras y desinformación de sus adversarios y por supuesto de los medios de comunicación, periodistas, analistas e investigadores que cuestionan sus resultados o sus otros datos, evitando que divulguen acciones comprometedoras.

Por ello, diversos analistas señalan que esta forma de gobernar es populismo. “Populismo y democracia liberal son enemigos íntimos, debido a que cada uno se construye como reflejo opuesto del otro: de un lado, la crítica populista denuncia la democracia liberal como elitista, del otro lado, la crítica liberal denuncia el autoritarismo que caracteriza a las expresiones populistas de la democracia”.

Así instituciones reglas, estructuras y controles, son consideradas en la dimensión del populismo como el principal obstáculo para poder alcanzar la denominada soberanía popular, razón de peso para que el líder o gobernante centralice acciones y decisiones, como el único poseedor de la verdad, que puede lograr la prometida transformación, sometiendo todo tipo de procedimiento y controles, diluyendo y segmentando pluralidad y demandas sobre la cual se construyó.

Ahora bien, diversos analistas han documento y puesto en evidencia, la efectividad de la política social de la 4t. como ejemplo, el programa más importante en términos presupuestales, recae “Pensión para el bienestar de las personas adultas mayores”, la cual es una pensión no contributiva. Que le dio continuidad al programa que inicio en la Ciudad de México, durante su gobierno López Obrador, el principal cambio fue el incremento de la transferencia de 1,160 a 2,550 pesos entregados bimestralmente, y la “universalización” del programa.

Sin embargo, se ha señalado de manera insistente que la mayoría de programas sociales, no cuentan con reglas de operación y que no hacen público su padrón de beneficiarios, lo cual complica o es imposible analizarlo.

Por otra parte, los programas sociales del gobierno federal no benefician a los más pobres, como lo señala López Obrador, y llegan a menos personas que en años anteriores; en 2020, un 30% de los hogares mexicanos recibían algún programa social del gobierno federal, pues con base en los datos de la Encuesta de Ingreso y Gasto de los Hogares (2020), realizado por el Instituto de Estudios sobre Desigualdad (INDESIG), los hogares más pobres reciben casi los mismos beneficios sociales que los más ricos.

Lo cierto es que, en nuestra realidad, la economía no crecerá al nivel requerido, se continúa descalificando a los expertos y ahora a la UNAM, se degradan los ecosistemas nacionales y nuestras especies se extinguen, etc.

Mientras en gran parte de las áreas rurales y en las colonias con alta marginación se conforman los beneficiarios de los programas sociales para atenuar la pobreza en que viven; asumen todo lo que les solicitan “los ciervos de la nación”, ante la amenaza o el temor de ser eliminados.

Llevamos casi tres años ¿Hasta cuándo continuaremos así?; hay múltiples acciones que deben ser corregidas de manera inmediata.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com

Indudablemente un líder es quien tiene que ir al frente, para enfrentar la problemática que aqueja a la sociedad que se representa, o a la que mediante el voto popular por mandato constitucional o jurídico fue electo.

Uno se cuestionaría, ¿Por qué razón desde el gobierno en México, se polariza y divide a la población que se representa? He analizado diversos textos, tratando de entender la postura del jefe del Estado mexicano, Andrés Manuel López Obrador; si su actuar infunde miedo o respeto o, si en realidad es la de un líder.

Finca su aceptación en una política de comunicación diferente a la ortodoxia. (con información verdadera, falsa o muy cuestionable), el ejecutivo señala que actúa de esa manera para eliminar las normas o criterios que practicaron los anteriores gobiernos, al tiempo que intimida a diversos medios de comunicación que, de acuerdo a su postura, comprometen a su gobierno transformador y divulguen acciones comprometedoras sobre el desempeño de sus funcionarios.

La principal razón por la que establece un protagonismo mediático, que le permite mantenerse en un alto nivel de aceptación, es que solo él conduce justifica, señala y racionaliza los grandes logros y avances de su administración, para combatir las mentiras y desinformación de sus adversarios y por supuesto de los medios de comunicación, periodistas, analistas e investigadores que cuestionan sus resultados o sus otros datos, evitando que divulguen acciones comprometedoras.

Por ello, diversos analistas señalan que esta forma de gobernar es populismo. “Populismo y democracia liberal son enemigos íntimos, debido a que cada uno se construye como reflejo opuesto del otro: de un lado, la crítica populista denuncia la democracia liberal como elitista, del otro lado, la crítica liberal denuncia el autoritarismo que caracteriza a las expresiones populistas de la democracia”.

Así instituciones reglas, estructuras y controles, son consideradas en la dimensión del populismo como el principal obstáculo para poder alcanzar la denominada soberanía popular, razón de peso para que el líder o gobernante centralice acciones y decisiones, como el único poseedor de la verdad, que puede lograr la prometida transformación, sometiendo todo tipo de procedimiento y controles, diluyendo y segmentando pluralidad y demandas sobre la cual se construyó.

Ahora bien, diversos analistas han documento y puesto en evidencia, la efectividad de la política social de la 4t. como ejemplo, el programa más importante en términos presupuestales, recae “Pensión para el bienestar de las personas adultas mayores”, la cual es una pensión no contributiva. Que le dio continuidad al programa que inicio en la Ciudad de México, durante su gobierno López Obrador, el principal cambio fue el incremento de la transferencia de 1,160 a 2,550 pesos entregados bimestralmente, y la “universalización” del programa.

Sin embargo, se ha señalado de manera insistente que la mayoría de programas sociales, no cuentan con reglas de operación y que no hacen público su padrón de beneficiarios, lo cual complica o es imposible analizarlo.

Por otra parte, los programas sociales del gobierno federal no benefician a los más pobres, como lo señala López Obrador, y llegan a menos personas que en años anteriores; en 2020, un 30% de los hogares mexicanos recibían algún programa social del gobierno federal, pues con base en los datos de la Encuesta de Ingreso y Gasto de los Hogares (2020), realizado por el Instituto de Estudios sobre Desigualdad (INDESIG), los hogares más pobres reciben casi los mismos beneficios sociales que los más ricos.

Lo cierto es que, en nuestra realidad, la economía no crecerá al nivel requerido, se continúa descalificando a los expertos y ahora a la UNAM, se degradan los ecosistemas nacionales y nuestras especies se extinguen, etc.

Mientras en gran parte de las áreas rurales y en las colonias con alta marginación se conforman los beneficiarios de los programas sociales para atenuar la pobreza en que viven; asumen todo lo que les solicitan “los ciervos de la nación”, ante la amenaza o el temor de ser eliminados.

Llevamos casi tres años ¿Hasta cuándo continuaremos así?; hay múltiples acciones que deben ser corregidas de manera inmediata.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com