/ lunes 9 de abril de 2018

Nuevo horario en venta de bebidas alcohólicas permitirá a Luis Banck reducir la inseguridad

LA REGULACIÓN A la venta de alcohol en botella cerrada que entró en vigor el 5 de abril en Puebla y la zona metropolitana: San Andrés y San Pedro Cholula, Cuautlancingo, Amozoc y Atlixco, es una medida inteligente, objetiva y democrática que estuvo a prueba durante varios meses, en los que se pudieron constatar con estadísticas, que el número de actos delincuenciales bajó en un 40% en la ciudad.

ENTRA EN VIGOR una medida en la que se puso por encima del interés de algunos comerciantes el amplio interés de millón y medio de poblanos. No se le puede reclamar y exigir seguridad al alcalde Luis Banck, si no recibe el apoyo, la comprensión y la libertad de asumir las medidas necesarias que contribuyan a la disminución de los índices de criminalidad que tan preocupados tienen a todos los sectores de la sociedad.

NO SE TRATA de una prohibición que atente contra el libre comercio, es una regulación que responde a la imperiosa necesidades de frenar y prevenir las acciones delincuenciales en la zona Metropolitana. Los consumidores tienen tiempo suficiente para abastecerse de las cantidades necesarias de bebidas alcohólicas en el transcurso del día, no precisamente en la noche cuando se incrementa los riesgos de los asaltos, de las riñas callejeras, de los robos a casas habitación y accidentes vehiculares.

LOS HORARIOS EN los que se permitirá a tiendas de conveniencia vender alcohol en botella cerrada son: domingo, lunes, martes, miércoles: de 8 am a 1 am (del día siguiente). El jueves, viernes y sábado: de 8 am a 2 am (del día siguiente). Las sanciones a los establecimientos que incumplan la restricción será aplicada a partir del 16 de abril. La medida no incluye, no afecta a bares, restaurantes y discotecas. No se afecta la libertad a hacer vida nocturna de los parroquianos, solo se trata de evitar el pandillerismo nocturno que se propaga precisamente por la venta de alcohol a horas de la madrugada.

EL ALCALDE LUIS BANCK sabía que tendría la oposición de los comerciantes que hacen su negocio por la venta nocturna de vinos y licores, pues siempre estuvieron invitados a través de la CANACO a las reuniones mensuales en las que se estuvo evaluando si funcionaba o no dicha medida.

SIN EMBARGO, LA Asociación Estatal de Padres de Familia, el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia, así como la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles, presentes en las reuniones, pesaron en la toma de decisiones, estando de acuerdo que la medida lastimaría a unos pocos pero beneficiaría a la ciudad y a sus habitantes, luego de constatar, durante los meses de prueba, que los índices de inseguridad se redujeron.

LOS ÍNDICES DE inseguridad se estuvieron midiendo por la Consultora Evaluare para conocer, apoyarse en la evidencia estadística que conocieron todos los asistentes a estas reuniones, y que se efectuaron entre agosto y diciembre de 2017.

HUBO, PUES, TRANSPARENCIA durante todo este trayecto, para que nadie de los participantes, entre ellos los empresarios y la CANACO, se llamaran a sorprendidos. Se compartió toda la información, los criterios de la metodología y la base de datos de la Dirección de Emergencias y Respuesta Inmediata (DERI) del Gobierno Municipal.

POR DICHOS ESTUDIOS hoy se sabe que sucedieron en promedio 60 delitos menos cada mes, que los que habrían sucedido de no existir la medida. Es decir, se registró una disminución de prácticamente 40% menos delitos.

ADICIONALMENTE, EVALUARE REVISÓ el comportamiento de la incidencia en las horas en las que no había restricción, es decir, por la mañana y en la tarde, y observó que también se redujo la incidencia en 11%. En la encuesta que se levantó, los ciudadanos opinaron sobre la decisión de no vender alcohol en la noche: 2 de cada 3 personas aprobaron la medida.

LA MECÁNICA SEGUIDA no falló a los estudios que Evaluare había presentado sobre los efectos de medidas similares aplicadas en 20 ciudades del país donde el número de delitos disminuyó por la misma restricción, entre otras: Monterrey, Tijuana, Mérida, Guadalajara, Zapopan, León, Los Cabos, Ecatepec y Ciudad Nezahualcóyotl. Algunas de ellas tienen más de 15 años aplicando esta medida.

LA REGULACIÓN A la venta de alcohol en botella cerrada que entró en vigor el 5 de abril en Puebla y la zona metropolitana: San Andrés y San Pedro Cholula, Cuautlancingo, Amozoc y Atlixco, es una medida inteligente, objetiva y democrática que estuvo a prueba durante varios meses, en los que se pudieron constatar con estadísticas, que el número de actos delincuenciales bajó en un 40% en la ciudad.

ENTRA EN VIGOR una medida en la que se puso por encima del interés de algunos comerciantes el amplio interés de millón y medio de poblanos. No se le puede reclamar y exigir seguridad al alcalde Luis Banck, si no recibe el apoyo, la comprensión y la libertad de asumir las medidas necesarias que contribuyan a la disminución de los índices de criminalidad que tan preocupados tienen a todos los sectores de la sociedad.

NO SE TRATA de una prohibición que atente contra el libre comercio, es una regulación que responde a la imperiosa necesidades de frenar y prevenir las acciones delincuenciales en la zona Metropolitana. Los consumidores tienen tiempo suficiente para abastecerse de las cantidades necesarias de bebidas alcohólicas en el transcurso del día, no precisamente en la noche cuando se incrementa los riesgos de los asaltos, de las riñas callejeras, de los robos a casas habitación y accidentes vehiculares.

LOS HORARIOS EN los que se permitirá a tiendas de conveniencia vender alcohol en botella cerrada son: domingo, lunes, martes, miércoles: de 8 am a 1 am (del día siguiente). El jueves, viernes y sábado: de 8 am a 2 am (del día siguiente). Las sanciones a los establecimientos que incumplan la restricción será aplicada a partir del 16 de abril. La medida no incluye, no afecta a bares, restaurantes y discotecas. No se afecta la libertad a hacer vida nocturna de los parroquianos, solo se trata de evitar el pandillerismo nocturno que se propaga precisamente por la venta de alcohol a horas de la madrugada.

EL ALCALDE LUIS BANCK sabía que tendría la oposición de los comerciantes que hacen su negocio por la venta nocturna de vinos y licores, pues siempre estuvieron invitados a través de la CANACO a las reuniones mensuales en las que se estuvo evaluando si funcionaba o no dicha medida.

SIN EMBARGO, LA Asociación Estatal de Padres de Familia, el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia, así como la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles, presentes en las reuniones, pesaron en la toma de decisiones, estando de acuerdo que la medida lastimaría a unos pocos pero beneficiaría a la ciudad y a sus habitantes, luego de constatar, durante los meses de prueba, que los índices de inseguridad se redujeron.

LOS ÍNDICES DE inseguridad se estuvieron midiendo por la Consultora Evaluare para conocer, apoyarse en la evidencia estadística que conocieron todos los asistentes a estas reuniones, y que se efectuaron entre agosto y diciembre de 2017.

HUBO, PUES, TRANSPARENCIA durante todo este trayecto, para que nadie de los participantes, entre ellos los empresarios y la CANACO, se llamaran a sorprendidos. Se compartió toda la información, los criterios de la metodología y la base de datos de la Dirección de Emergencias y Respuesta Inmediata (DERI) del Gobierno Municipal.

POR DICHOS ESTUDIOS hoy se sabe que sucedieron en promedio 60 delitos menos cada mes, que los que habrían sucedido de no existir la medida. Es decir, se registró una disminución de prácticamente 40% menos delitos.

ADICIONALMENTE, EVALUARE REVISÓ el comportamiento de la incidencia en las horas en las que no había restricción, es decir, por la mañana y en la tarde, y observó que también se redujo la incidencia en 11%. En la encuesta que se levantó, los ciudadanos opinaron sobre la decisión de no vender alcohol en la noche: 2 de cada 3 personas aprobaron la medida.

LA MECÁNICA SEGUIDA no falló a los estudios que Evaluare había presentado sobre los efectos de medidas similares aplicadas en 20 ciudades del país donde el número de delitos disminuyó por la misma restricción, entre otras: Monterrey, Tijuana, Mérida, Guadalajara, Zapopan, León, Los Cabos, Ecatepec y Ciudad Nezahualcóyotl. Algunas de ellas tienen más de 15 años aplicando esta medida.