/ viernes 26 de enero de 2024

Breve recuento del programa Solidaridad

La palabra solidaridad representa un valor, proviene del latín “solidus”, que significa solidario, en sí, es la acción donde dos o más personas se unen y colaboran para conseguir un fin común, también se asocia a compartir con otros lo material y/o lo sentimental; en síntesis, es ofrecer ayuda y mutua colaboración entre un determinado conglomerado o núcleo social.

Abordo este tema, debido a que el pasado 17 de enero, falleció el Ingeniero Carlos Rojas Gutiérrez, quien fuera el diseñador y coordinador general del Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL), durante el Sexenio del Presidente Carlos Salinas de Gortari; quien al ser postulado Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI, Carlos Rojas fue designado titular de la Secretaría de Desarrollo Social y, ratificado en la misma secretaría por el Presidente Ernesto Zedillo.

El PRONASOL se instrumentó mediante mecanismos eficaces que permitían la coordinación con las dependencias federales y los 3 niveles de gobierno, para desarrollar y operar una eficiente política social, que diera respuesta a las demandas y al acelerado y pujante crecimiento de la sociedad mexicana.

Argumentando que la pobreza no podría ser el destino, sino que debería ser la cusa moral que convocara a la unidad solidaria para superar la pobreza y el rezago social en un gran número de comunidades y regiones del país y, que tampoco fuese el pretexto para la división; no abordarla, no solo no se atentaba, sino que se ponía en riesgo el presente y el futuro de las próximas generaciones.

Por tanto, el camino a seguir, incluyendo el actual, debe ser el de la paz, la estabilidad y la legalidad; la violencia genera mayor encono y hace crecer aún más el odio, la división pone en riesgo a las comunidades y en consecuencia al país, razón de más que se debían atender las cusas medulares, instrumentándola con cimientos sólidos que pudiesen erradicar pobreza y marginación.

El PRONASOL, se sustentaba, respetando la voluntad, iniciativas y formas de organización de individuos y comunidades en todo el territorio nacional, con base en los principios de: “1) Respeto a la voluntad, iniciativas y formas de organización de los individuos y comunidades. 2) Plena y efectiva participación y organización de las comunidades. 3) Corresponsabilidad de los participantes y 4) Transparencia, honestidad y eficiencia en el uso de los recursos”.

Este programa se siguió perfeccionando, para el sexenio de Ernesto Zedillo se le identifico como Progresa, con Vicente Fox y Calderón paso a denominarse Oportunidades, con Peña Nieto se le llamo Prospera, destacando que el objetivo principal se centraba en erradicar la pobreza en sus distintos niveles.

La operación se daba principalmente en conglomerados populares y marginados a través de la organización comunitaria impulsada por la participación social, asumiendo la corresponsabilidad a fin de buscar soluciones a las necesidades de los habitantes de áreas urbanas y suburbanas.

Que, organizados en comités, junta de vecinos, patronatos agrupaciones y asociaciones y, mediante sus liderazgos naturales realizaban acciones concretas que se plasmaban en sencillos programas de trabajo y a través del asambleísmo priorizaban y establecían soluciones para realizar sus obras.

Identificaban las necesidades y demandas de la población y, con el arraigo de sus lideres naturales, se lograba priorizar sus obras, elaborando ellos mismos sus expedientes técnicos simplificados, lo que les permitía eliminar el burocratismo y, tener la certeza de concretar sus obras.

De esta forma es como enfrentamos los desafíos con responsabilidad, sin paternalismos y sin demagogia, logrando la construcción de un nuevo piso social.

Del cual orgullosamente el que escribe estas líneas formo parte de este importante proyecto de desarrollo social y, de haber contribuido e impulsado el ansiado beneficio social, mediante el programa nacional de solidaridad (PRONASOL).

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com

La palabra solidaridad representa un valor, proviene del latín “solidus”, que significa solidario, en sí, es la acción donde dos o más personas se unen y colaboran para conseguir un fin común, también se asocia a compartir con otros lo material y/o lo sentimental; en síntesis, es ofrecer ayuda y mutua colaboración entre un determinado conglomerado o núcleo social.

Abordo este tema, debido a que el pasado 17 de enero, falleció el Ingeniero Carlos Rojas Gutiérrez, quien fuera el diseñador y coordinador general del Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL), durante el Sexenio del Presidente Carlos Salinas de Gortari; quien al ser postulado Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI, Carlos Rojas fue designado titular de la Secretaría de Desarrollo Social y, ratificado en la misma secretaría por el Presidente Ernesto Zedillo.

El PRONASOL se instrumentó mediante mecanismos eficaces que permitían la coordinación con las dependencias federales y los 3 niveles de gobierno, para desarrollar y operar una eficiente política social, que diera respuesta a las demandas y al acelerado y pujante crecimiento de la sociedad mexicana.

Argumentando que la pobreza no podría ser el destino, sino que debería ser la cusa moral que convocara a la unidad solidaria para superar la pobreza y el rezago social en un gran número de comunidades y regiones del país y, que tampoco fuese el pretexto para la división; no abordarla, no solo no se atentaba, sino que se ponía en riesgo el presente y el futuro de las próximas generaciones.

Por tanto, el camino a seguir, incluyendo el actual, debe ser el de la paz, la estabilidad y la legalidad; la violencia genera mayor encono y hace crecer aún más el odio, la división pone en riesgo a las comunidades y en consecuencia al país, razón de más que se debían atender las cusas medulares, instrumentándola con cimientos sólidos que pudiesen erradicar pobreza y marginación.

El PRONASOL, se sustentaba, respetando la voluntad, iniciativas y formas de organización de individuos y comunidades en todo el territorio nacional, con base en los principios de: “1) Respeto a la voluntad, iniciativas y formas de organización de los individuos y comunidades. 2) Plena y efectiva participación y organización de las comunidades. 3) Corresponsabilidad de los participantes y 4) Transparencia, honestidad y eficiencia en el uso de los recursos”.

Este programa se siguió perfeccionando, para el sexenio de Ernesto Zedillo se le identifico como Progresa, con Vicente Fox y Calderón paso a denominarse Oportunidades, con Peña Nieto se le llamo Prospera, destacando que el objetivo principal se centraba en erradicar la pobreza en sus distintos niveles.

La operación se daba principalmente en conglomerados populares y marginados a través de la organización comunitaria impulsada por la participación social, asumiendo la corresponsabilidad a fin de buscar soluciones a las necesidades de los habitantes de áreas urbanas y suburbanas.

Que, organizados en comités, junta de vecinos, patronatos agrupaciones y asociaciones y, mediante sus liderazgos naturales realizaban acciones concretas que se plasmaban en sencillos programas de trabajo y a través del asambleísmo priorizaban y establecían soluciones para realizar sus obras.

Identificaban las necesidades y demandas de la población y, con el arraigo de sus lideres naturales, se lograba priorizar sus obras, elaborando ellos mismos sus expedientes técnicos simplificados, lo que les permitía eliminar el burocratismo y, tener la certeza de concretar sus obras.

De esta forma es como enfrentamos los desafíos con responsabilidad, sin paternalismos y sin demagogia, logrando la construcción de un nuevo piso social.

Del cual orgullosamente el que escribe estas líneas formo parte de este importante proyecto de desarrollo social y, de haber contribuido e impulsado el ansiado beneficio social, mediante el programa nacional de solidaridad (PRONASOL).

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com