/ lunes 30 de marzo de 2020

El derrumbe de la economía

Cada vez los años de apogeo y de bonanza que vivió la industria automotriz nacional durante casi una década, se han ido quedando atrás, se han ido borrando sus ambiciosos proyectos y metas de crecimiento anual, sus grandes objetivos de convertirse en 2024 en la cuarta potencia automotriz mundial, están cambiando con la desaparición del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN ) y su sustitución por el T-MEC, maniobra y obra de Donald Trump que busca que los nuevos planes de expansión y nuevo empleo favorezcan a Estados Unidos.

La Industria automotriz nacional creció, se desarrolló y fortaleció durante los últimos 25 años al amparo del TLCAN, tratado comercial que Donal Trump bautizó como ””nefasto” y quiso destruir desde que fue candidato a la presidencia; ya como presidente se encargó de sustituirlo por el T_MEC . Gracias al TLCAN que le otorgaba a México la calidad de socio comercial preferente de Estados Unidos, llegaron las armadoras europeas, las asiáticas y las norteamericanas abandonaron a su país para instalarse en territorio nacional, aprovechar la mano de obra barata y eficiente de los obreros mexicanos, y dedicarse a exportar a Estados Unidos.

México fue un puente estratégico de la abundancia para el gran capital extranjero durante la época del TLCAN que en los próximos dos o tres meses pasará a la historia como el único y autentico tratado de libre comercio entre México, Canadá y Estados Unidos. El T-MEC es un compendio de las marrullerías económicas y comerciales de Trump y sus negociadores que buscan poner fin al superávit comercial que ha obtenido México de 75 mil millones de dólares anuales. Con ese mismo propósito la guerra arancelaria contra China, Europa y Japón.

\u0009 El sector automotriz nacional ha tenido rachas buenas y malas en estos 30 años o más, pero en suma no ha dejado de crecer y constituirse en el renglón industrial más importantes de nuestra economía, en el principal rubro exportador y generador de divisas del sector comercial no petrolero, y una de las fuentes de empleo más significativas del país. También es el más poderoso expulsor de divisas por su alta dependencia a la importación de auto partes y componentes.

Luego de la crisis financiera mundial de 2008 que hizo caer el PIB nacional en 6.7% en la era de Felipe Calderón, las armadoras de autos han tenido una década de espectacular crecimiento hasta 2018. En 2019 tuvieron un mal año, las ventas nacionales bajaron 7% a causa de la desaceleración económica. Sin embargo, la crisis económica nacional y mundial que plantea la pandemia sanitaria por el Covid 19 tendrá efectos catastróficos.

Al caos por el coronavirus habrá que agregarle la entrada en vigor del T-MEC con todas sus reglas restriccionistas que han llevado al sector automotriz, a través de la CONCAMIN, a solicitar al gobierno mexicano que postergue la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pues la industria automotriz no podrá cumplir sus términos ante el desconocimiento de reglamentos y la situación compleja que vive ese sector, cuyas plantas están cerradas por la pandemia del coronavirus..

Las armadoras en ambas naciones están paralizadas, lo estarán entre 15 y 20 días, aunque podrían verse obligadas a ampliar sus paros técnicos si el coronavirus azota a Estados Unidos como a China, y en México las autoridades hablan de que la gente deberá estar en sus casas todo un mes. La misma gravedad de la situación podría llevar a Estados Unidos a Posponer la entrada en vigor del T- MEC .

En cuanto a la industria mexicana de autopartes, que le estaba yendo mucho mejor que a las armadoras, al grado de alcanzar ventas extraordinarias por 61 mil millones de dólares en 2019, no será la excepción en esta crisis económica. Por el momento más de 10 armadoras con todas sus filiales en territorio nacional han suspendido sus pedidos de autopartes. Las armadoras estadunidenses también tienen cancelados sus pedidos.

Será un año de incalculables consecuencias para las autoparteras mexicanas que en 2020 tenías proyectado un optimista crecimiento de 2.7%. En contraste la industria automotriz nacional tenía proyectado una contracción de 4%, decrecimiento que seguramente aumentará por los paros técnicos, la caída de las ventas nacionales y las exportaciones durante esta cuarentena y sus efectos aun impredecibles en la crisis económica mundial que está gestándose.

La devaluación del peso, que en menos de un mes ha pasado de 18.78 por dólar hasta 25 pesos, es otro tema a afrontar por las armadoras y autoparteras ´por el aumento de sus costos de producción, una gran parte de los insumos, materiales y componentes que utilizan son de importación. Los precios de los autos para el mercado nacional se dispararán, pero los de exportación tendrán un precio más atractivo y competitivo por la devaluación del peso. NOS ESCUCHAMOS SIARIAMENTE de 13 a 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.

Cada vez los años de apogeo y de bonanza que vivió la industria automotriz nacional durante casi una década, se han ido quedando atrás, se han ido borrando sus ambiciosos proyectos y metas de crecimiento anual, sus grandes objetivos de convertirse en 2024 en la cuarta potencia automotriz mundial, están cambiando con la desaparición del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN ) y su sustitución por el T-MEC, maniobra y obra de Donald Trump que busca que los nuevos planes de expansión y nuevo empleo favorezcan a Estados Unidos.

La Industria automotriz nacional creció, se desarrolló y fortaleció durante los últimos 25 años al amparo del TLCAN, tratado comercial que Donal Trump bautizó como ””nefasto” y quiso destruir desde que fue candidato a la presidencia; ya como presidente se encargó de sustituirlo por el T_MEC . Gracias al TLCAN que le otorgaba a México la calidad de socio comercial preferente de Estados Unidos, llegaron las armadoras europeas, las asiáticas y las norteamericanas abandonaron a su país para instalarse en territorio nacional, aprovechar la mano de obra barata y eficiente de los obreros mexicanos, y dedicarse a exportar a Estados Unidos.

México fue un puente estratégico de la abundancia para el gran capital extranjero durante la época del TLCAN que en los próximos dos o tres meses pasará a la historia como el único y autentico tratado de libre comercio entre México, Canadá y Estados Unidos. El T-MEC es un compendio de las marrullerías económicas y comerciales de Trump y sus negociadores que buscan poner fin al superávit comercial que ha obtenido México de 75 mil millones de dólares anuales. Con ese mismo propósito la guerra arancelaria contra China, Europa y Japón.

\u0009 El sector automotriz nacional ha tenido rachas buenas y malas en estos 30 años o más, pero en suma no ha dejado de crecer y constituirse en el renglón industrial más importantes de nuestra economía, en el principal rubro exportador y generador de divisas del sector comercial no petrolero, y una de las fuentes de empleo más significativas del país. También es el más poderoso expulsor de divisas por su alta dependencia a la importación de auto partes y componentes.

Luego de la crisis financiera mundial de 2008 que hizo caer el PIB nacional en 6.7% en la era de Felipe Calderón, las armadoras de autos han tenido una década de espectacular crecimiento hasta 2018. En 2019 tuvieron un mal año, las ventas nacionales bajaron 7% a causa de la desaceleración económica. Sin embargo, la crisis económica nacional y mundial que plantea la pandemia sanitaria por el Covid 19 tendrá efectos catastróficos.

Al caos por el coronavirus habrá que agregarle la entrada en vigor del T-MEC con todas sus reglas restriccionistas que han llevado al sector automotriz, a través de la CONCAMIN, a solicitar al gobierno mexicano que postergue la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pues la industria automotriz no podrá cumplir sus términos ante el desconocimiento de reglamentos y la situación compleja que vive ese sector, cuyas plantas están cerradas por la pandemia del coronavirus..

Las armadoras en ambas naciones están paralizadas, lo estarán entre 15 y 20 días, aunque podrían verse obligadas a ampliar sus paros técnicos si el coronavirus azota a Estados Unidos como a China, y en México las autoridades hablan de que la gente deberá estar en sus casas todo un mes. La misma gravedad de la situación podría llevar a Estados Unidos a Posponer la entrada en vigor del T- MEC .

En cuanto a la industria mexicana de autopartes, que le estaba yendo mucho mejor que a las armadoras, al grado de alcanzar ventas extraordinarias por 61 mil millones de dólares en 2019, no será la excepción en esta crisis económica. Por el momento más de 10 armadoras con todas sus filiales en territorio nacional han suspendido sus pedidos de autopartes. Las armadoras estadunidenses también tienen cancelados sus pedidos.

Será un año de incalculables consecuencias para las autoparteras mexicanas que en 2020 tenías proyectado un optimista crecimiento de 2.7%. En contraste la industria automotriz nacional tenía proyectado una contracción de 4%, decrecimiento que seguramente aumentará por los paros técnicos, la caída de las ventas nacionales y las exportaciones durante esta cuarentena y sus efectos aun impredecibles en la crisis económica mundial que está gestándose.

La devaluación del peso, que en menos de un mes ha pasado de 18.78 por dólar hasta 25 pesos, es otro tema a afrontar por las armadoras y autoparteras ´por el aumento de sus costos de producción, una gran parte de los insumos, materiales y componentes que utilizan son de importación. Los precios de los autos para el mercado nacional se dispararán, pero los de exportación tendrán un precio más atractivo y competitivo por la devaluación del peso. NOS ESCUCHAMOS SIARIAMENTE de 13 a 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.