/ domingo 6 de marzo de 2022

La rearticulación del #M18

Por lo visto, para los 65 millones de mujeres que habitamos en México no hay un acceso igualitario a las políticas públicas que atiendan las necesidades particulares que tenemos, por ejemplo a la seguridad, la educación o la salud pública. Pero tampoco para los 61 millones de hombres que hacen el total de 126 millones de habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI) para 2020. ¿Qué ha pasado con los movimientos feministas en dos años de pandemia?


En 2020 se promocionó una acción internacional para implementar “Un día sin mujeres” como protesta ante el aumento de feminicidios y ataques a mujeres, convocando a un paro de veinticuatro horas desde el 8 al 9 de marzo: la idea era dejar las escuelas, restaurantes, tiendas, transporte público, y todo espacio público, para “visibilizar el trabajo no remunerado y el empleo informal” de las mujeres, que al menos en México tuvo poco impacto. En abril de ese año los movimientos feministas quedaron en ascuas, como todos en el mundo y las marchas no fueron opción. Se vivió una inmersión que ayudó a la reflexión y se orientó la vida hacia preocupaciones inmediatas como comer, trabajar y educar en casa.


Según la información del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia, entre 2020 y 2021 los reportes de violencia familiar aumentaron 106%, pasaron de 2 mil 585 a 5 mil 326 casos y en 85% los violentadores son novios, cónyuges, concubinos o exparejas, esto muestra la profundización de la violencia contra la mujer en ese espacio privado que debiera ser sinónimo de seguridad. Así que no basta con la aprobación de leyes, es lo que deja claro el objetivo de los movimientos feministas, sobre todo de las activistas. Por tanto, los motivos continúan firmes mientas haya mujeres que no sepan cómo denunciar a sus agresores, o tengan miedo e inseguridad para hacerlo, y el feminismo continúa como movimiento activo.


Para este 8 de marzo las mujeres están convocadas a las marchas y las autoridades de los estados llaman a que sea de forma pacífica. Bueno, ya hay en la Ciudad de México una preparación con vallas para impedir destrozos en edificios, monumentos, hoteles y el Palacio Nacional. Después de la marcha, el llamado es para que el 9 de marzo se sumen a un paro nacional bajo el lema #Undiasinnosotras en la Economía. La finalidad es que se visibilice la importancia femenina en la economía nacional, un paro económico y no un paso laboral como se pretendió en 2020. Marcar un día de inactividad económica, que ni un peso de las mujeres se mueva el 9 de marzo.


Dado que un tercio de los establecimientos micro, pequeños y medianos de manufactura, comercio y servicios privados no financieros son de mujeres (36.6 % según INEGI), y la mayor carga de trabajo recae en las mujeres (que tienen menor disposición de tiempo libre a la semana, 4.2 horas), el impacto podría ser interesante; sin embargo, no todas las mujeres se identifican con los colectivos feministas, aproximadamente 100 grupos, al grado de movilizarse; tal vez tiene alguna relación directa con la escolaridad promedio de 9.6 años que hay en mujeres de 15 años y más (INEGI, 2020).


La revuelta contra el patriarcado sigue vigente, el machismo como enfermedad grave en la sociedad sí debe desaparecer para que la discriminación contra la mujer también se erradique. Hay un largo trecho aún para llegar a esas latitudes, y más aún, lograr para toda persona los derechos fundamentales para vivir en comunidad. Lo crítico ahora es evidenciar el valor de miles de mujeres que sacan a flote a sus familias sin el mínimo reconocimiento o consideración por parte de quienes dependen de ella, incluido algún hombre.


*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP y secretaria de Membresías (2022-2024) Mail: margarita_arguelles@hotmail.com

Por lo visto, para los 65 millones de mujeres que habitamos en México no hay un acceso igualitario a las políticas públicas que atiendan las necesidades particulares que tenemos, por ejemplo a la seguridad, la educación o la salud pública. Pero tampoco para los 61 millones de hombres que hacen el total de 126 millones de habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI) para 2020. ¿Qué ha pasado con los movimientos feministas en dos años de pandemia?


En 2020 se promocionó una acción internacional para implementar “Un día sin mujeres” como protesta ante el aumento de feminicidios y ataques a mujeres, convocando a un paro de veinticuatro horas desde el 8 al 9 de marzo: la idea era dejar las escuelas, restaurantes, tiendas, transporte público, y todo espacio público, para “visibilizar el trabajo no remunerado y el empleo informal” de las mujeres, que al menos en México tuvo poco impacto. En abril de ese año los movimientos feministas quedaron en ascuas, como todos en el mundo y las marchas no fueron opción. Se vivió una inmersión que ayudó a la reflexión y se orientó la vida hacia preocupaciones inmediatas como comer, trabajar y educar en casa.


Según la información del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia, entre 2020 y 2021 los reportes de violencia familiar aumentaron 106%, pasaron de 2 mil 585 a 5 mil 326 casos y en 85% los violentadores son novios, cónyuges, concubinos o exparejas, esto muestra la profundización de la violencia contra la mujer en ese espacio privado que debiera ser sinónimo de seguridad. Así que no basta con la aprobación de leyes, es lo que deja claro el objetivo de los movimientos feministas, sobre todo de las activistas. Por tanto, los motivos continúan firmes mientas haya mujeres que no sepan cómo denunciar a sus agresores, o tengan miedo e inseguridad para hacerlo, y el feminismo continúa como movimiento activo.


Para este 8 de marzo las mujeres están convocadas a las marchas y las autoridades de los estados llaman a que sea de forma pacífica. Bueno, ya hay en la Ciudad de México una preparación con vallas para impedir destrozos en edificios, monumentos, hoteles y el Palacio Nacional. Después de la marcha, el llamado es para que el 9 de marzo se sumen a un paro nacional bajo el lema #Undiasinnosotras en la Economía. La finalidad es que se visibilice la importancia femenina en la economía nacional, un paro económico y no un paso laboral como se pretendió en 2020. Marcar un día de inactividad económica, que ni un peso de las mujeres se mueva el 9 de marzo.


Dado que un tercio de los establecimientos micro, pequeños y medianos de manufactura, comercio y servicios privados no financieros son de mujeres (36.6 % según INEGI), y la mayor carga de trabajo recae en las mujeres (que tienen menor disposición de tiempo libre a la semana, 4.2 horas), el impacto podría ser interesante; sin embargo, no todas las mujeres se identifican con los colectivos feministas, aproximadamente 100 grupos, al grado de movilizarse; tal vez tiene alguna relación directa con la escolaridad promedio de 9.6 años que hay en mujeres de 15 años y más (INEGI, 2020).


La revuelta contra el patriarcado sigue vigente, el machismo como enfermedad grave en la sociedad sí debe desaparecer para que la discriminación contra la mujer también se erradique. Hay un largo trecho aún para llegar a esas latitudes, y más aún, lograr para toda persona los derechos fundamentales para vivir en comunidad. Lo crítico ahora es evidenciar el valor de miles de mujeres que sacan a flote a sus familias sin el mínimo reconocimiento o consideración por parte de quienes dependen de ella, incluido algún hombre.


*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP y secretaria de Membresías (2022-2024) Mail: margarita_arguelles@hotmail.com