/ jueves 28 de abril de 2022

Los niños deben ser tolerantes a la frustración

Hace unos años, un universitario poblano acuchilló a su novia y luego intentó suicidarse, debido a no resistir la ruptura de su relación. Esta es una muestra de cómo un joven o adulto toma algunas cosas como insoportables, lo que puede desembocar en acciones violentas que resultan lamentables para todos.


El próximo sábado se celebrará el Día del Niño, fecha en la que los pequeñines son el centro de atención. Ente juegos, eventos y fiestas, los infantes ríen y se divierten, en escenas que nos provocan muchas emociones y nos deben hacer reflexionar acerca de lo que debemos hacer para evitar delitos como el mencionado inicialmente, además de otros tantos problemas que se originan por no aguantar los reveses de la existencia.

La importancia de la edad temprana es fundamental, nuestros primeros años delinean lo que será el resto de nuestra vida, es más, podemos afirmar que un sujeto que haya tenido una infancia feliz poseerá la mejor riqueza del mundo.

También tenemos que mencionar que resulta imperativo cuidar a los niños, los daños, carencias y complejos obtenidos en los albores de la vida son sumamente difíciles de remediar, de ahí viene la idea de que el daño a un infante es permanente.

Desgraciadamente cada vez hay más irresponsabilidad en cuanto a la paternidad y maternidad, por eso vemos tantos pequeños desamparados, quienes muy probablemente mantendrán esas lealtades familiares e igualmente se podrán convertir en padres indolentes a sus vástagos.

Ahora bien, por otro lado, tenemos a quienes sobreprotegen a sus hijos por diversas circunstancias: querer compensar las carencias que tuvo el padre; creer que dando todo se es un buen progenitor; y tantos otros factores surgidos de ese amor tan grande que generalmente hay entre ascendientes y descendientes.

Volviendo al tema inicial, un buen padre y una buena madre debe enseñar a sus hijos a ser tolerantes a la frustración, para que así pueda crecer en un ambiente de pluralidad y trabajo, sabiendo que las dificultades son parte de la vida y no queda más que superarlas, aun en las peores circunstancias.

En primer lugar hay que predicar con el ejemplo, si un niño ve que su padre/madre se victimiza o utiliza la red social como confesionario o buzón de quejas, el pequeño imitará esa conducta.

Hay que enseñarle al infante a identificar las emociones y darle el nombre correspondiente, para eso aprender a reconocer y conocerse internamente de mejor manera.

Algo muy importante es no decirle “sí” a todo, ni resolverle los problemas, para así aceptar las responsabilidades y consecuencias de los actos, esto creo que es el punto más importante que le hará sentirse una sujeto capaz de cumplir obligaciones y exigir el cumplimiento de los derechos.

Para lo anterior, hay que proporcionar las herramientas al pequeño, la más importante es la educación y la atención, lo cual no significa comprarle una computadora o celular y ponerle la programación docente.

No hay que acceder a chantajes emocionales, ya que eso le provocará la tendencia a querer arreglar todo con gritos, lágrimas o lo que es peor, a la violencia.

Hay que evitar totalmente hacerle sentir al niño que es merecedor de todo y que los demás tienen la obligación de servirle, lo cual le traerá muchos conflictos a futuro.

Un infante debe tener objetivos y tener perseverancia para conseguirlos, hay que enseñarlo a que la vida tiene siempre adversidades que pueden parecer insuperables y, sobre todo, que el destino de una persona es culpa o es mérito exclusivamente de esa misma persona.

No hay que idealizar a un niño como si fuera una criatura perfecta, así como muchos hacen con los integrantes de los diversos grupos vulnerables, si bien un infante debe ser el individuo más cuidado, también debe ser sujeto a diversas sanciones cuando comete alguna falta, es ahí donde el valor de la disciplina cobra la mayor importancia, desde luego en una medida en donde se respete la integridad y el desarrollo del pequeño.

Decir que una nalgada a un niño evita la cárcel a un hombre tiene un grado importante de acierto, lo cual es muy distinto a los excesivos golpes que a veces recibe un pequeño, eso es imperdonable.

Formar a un niño es una tarea sumamente difícil, pero considero que la experiencia de tener un vástago es lo más maravilloso del mundo, verlo triunfar seguramente es la máxima satisfacción que un padre o madre puede tener. Para finalizar diré que no es obligación tener descendencia, pero sí lo es dar el mejor de los cuidados, así que, si no se tienen los medios y la vocación para procrear, no hay que hacerlo, así que no hay que estar idealizando las irresponsabilidades de muchos jóvenes y señoritas que ejercitan su sexualidad sin cuidado alguno, o pensar que un embarazo en la adolescencia es una bendición.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.


Hace unos años, un universitario poblano acuchilló a su novia y luego intentó suicidarse, debido a no resistir la ruptura de su relación. Esta es una muestra de cómo un joven o adulto toma algunas cosas como insoportables, lo que puede desembocar en acciones violentas que resultan lamentables para todos.


El próximo sábado se celebrará el Día del Niño, fecha en la que los pequeñines son el centro de atención. Ente juegos, eventos y fiestas, los infantes ríen y se divierten, en escenas que nos provocan muchas emociones y nos deben hacer reflexionar acerca de lo que debemos hacer para evitar delitos como el mencionado inicialmente, además de otros tantos problemas que se originan por no aguantar los reveses de la existencia.

La importancia de la edad temprana es fundamental, nuestros primeros años delinean lo que será el resto de nuestra vida, es más, podemos afirmar que un sujeto que haya tenido una infancia feliz poseerá la mejor riqueza del mundo.

También tenemos que mencionar que resulta imperativo cuidar a los niños, los daños, carencias y complejos obtenidos en los albores de la vida son sumamente difíciles de remediar, de ahí viene la idea de que el daño a un infante es permanente.

Desgraciadamente cada vez hay más irresponsabilidad en cuanto a la paternidad y maternidad, por eso vemos tantos pequeños desamparados, quienes muy probablemente mantendrán esas lealtades familiares e igualmente se podrán convertir en padres indolentes a sus vástagos.

Ahora bien, por otro lado, tenemos a quienes sobreprotegen a sus hijos por diversas circunstancias: querer compensar las carencias que tuvo el padre; creer que dando todo se es un buen progenitor; y tantos otros factores surgidos de ese amor tan grande que generalmente hay entre ascendientes y descendientes.

Volviendo al tema inicial, un buen padre y una buena madre debe enseñar a sus hijos a ser tolerantes a la frustración, para que así pueda crecer en un ambiente de pluralidad y trabajo, sabiendo que las dificultades son parte de la vida y no queda más que superarlas, aun en las peores circunstancias.

En primer lugar hay que predicar con el ejemplo, si un niño ve que su padre/madre se victimiza o utiliza la red social como confesionario o buzón de quejas, el pequeño imitará esa conducta.

Hay que enseñarle al infante a identificar las emociones y darle el nombre correspondiente, para eso aprender a reconocer y conocerse internamente de mejor manera.

Algo muy importante es no decirle “sí” a todo, ni resolverle los problemas, para así aceptar las responsabilidades y consecuencias de los actos, esto creo que es el punto más importante que le hará sentirse una sujeto capaz de cumplir obligaciones y exigir el cumplimiento de los derechos.

Para lo anterior, hay que proporcionar las herramientas al pequeño, la más importante es la educación y la atención, lo cual no significa comprarle una computadora o celular y ponerle la programación docente.

No hay que acceder a chantajes emocionales, ya que eso le provocará la tendencia a querer arreglar todo con gritos, lágrimas o lo que es peor, a la violencia.

Hay que evitar totalmente hacerle sentir al niño que es merecedor de todo y que los demás tienen la obligación de servirle, lo cual le traerá muchos conflictos a futuro.

Un infante debe tener objetivos y tener perseverancia para conseguirlos, hay que enseñarlo a que la vida tiene siempre adversidades que pueden parecer insuperables y, sobre todo, que el destino de una persona es culpa o es mérito exclusivamente de esa misma persona.

No hay que idealizar a un niño como si fuera una criatura perfecta, así como muchos hacen con los integrantes de los diversos grupos vulnerables, si bien un infante debe ser el individuo más cuidado, también debe ser sujeto a diversas sanciones cuando comete alguna falta, es ahí donde el valor de la disciplina cobra la mayor importancia, desde luego en una medida en donde se respete la integridad y el desarrollo del pequeño.

Decir que una nalgada a un niño evita la cárcel a un hombre tiene un grado importante de acierto, lo cual es muy distinto a los excesivos golpes que a veces recibe un pequeño, eso es imperdonable.

Formar a un niño es una tarea sumamente difícil, pero considero que la experiencia de tener un vástago es lo más maravilloso del mundo, verlo triunfar seguramente es la máxima satisfacción que un padre o madre puede tener. Para finalizar diré que no es obligación tener descendencia, pero sí lo es dar el mejor de los cuidados, así que, si no se tienen los medios y la vocación para procrear, no hay que hacerlo, así que no hay que estar idealizando las irresponsabilidades de muchos jóvenes y señoritas que ejercitan su sexualidad sin cuidado alguno, o pensar que un embarazo en la adolescencia es una bendición.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.