NUNCA ANTES EN LA historia política del Estado los poblanos habían tenido la oportunidad de tener cinco opciones reales y diferentes para elegir, entre ellas, a quien deseen sea su candidata o candidato a la gubernatura del Estado el próximo primero de julio para el período 2018-2024. Las campañas electorales han arrancado y entre estos cinco contendientes se han desprendido del grupo y tomado la delantera Martha Erika Alonso Hidalgo, de la coalición por Puebla al Frente; y Luis Miguel Barbosa, por la coalición Juntos Haremos Historia.
DE UNA LUCHA tradicional bipartidista o tripartidista pasamos este año a una competencia pentapartidista entre las dos coaliciones antes mencionadas, el PRI, el PANAL y PVEM. El Revolucionario Institucional va solo llevando como candidato al doctor Enrique Doger Guerrero: expresidente municipal de Puebla, exrector de la BUAP, ex diputado Federal y exdelegado estatal del IMSS, el candidato con mayor experiencia política y administrativa de los cinco nominados.
POR EL VERDE Ecologista que tradicionalmente había sido aliado del PRI, va de candidato Michel Chain, ex secretario de Economía; por el Partido Nueva Alianza, va como abanderado el notario, Alejandro Romero Carreto, un hombre sin historia política ni administrativa pública.
COMO LO SEÑALAMOS al inicio, pese a ser una competencia numerosa, cerrada y difícil, de hecho los posicionamientos de los partidos desde antes de la elección ya tenían definidos los campos de las preferencias electorales para sus respectivos candidatos.
POR EJEMPLO, EL alto posicionamiento electoral que alcanza Martha Erika Alonso a unos días de iniciada la campaña se debe a dos factores complementarios. El primero que es una buena candidata, pese a que su única experiencia en el gobierno la obtuvo como primera dama, presidenta del DIF Estatal, y a su fogueo como Secretaria General del PAN, y el otro aspecto más sobresaliente que apuntala el encumbramiento del PAN y de Martha Erika, es la buena imagen, el buen gobierno, el mandato de acercamiento y reconciliación que construye entre todos los sectores sociales el gobernador Antonio Gali Fayad, y que Martha Erika deberá seguir si el voto mayoritario le favorece.
UN BUEN GOBIERNO apoyando a una buena candidata hace que ésta alcance las posibilidades de crecimiento electoral más allá de lo esperado. Martha Erika puede seguir creciendo si se muestra más ante los electores, si se acerca en campaña más a todos los sectores, que los poblanos constaten que es una mujer sencilla y humilde y está dispuesta a servir a los poblanos. Debe trascender su papel de primera dama, para convertirse en la candidata de su tiempo, su circunstancia y su oportunidad..
LUIS MIGUEL BARBOSA es otro caso similar, es un buen político, en la presidencia del senado tuvo una actuación destacada, sin embargo era muy poco conocido por los poblanos ante de ser candidato a la gubernatura. En el caso de Luis Miguel se da un fenómeno de crecimiento de su figura apoyado en MORENA, el partido que, como lo calificó Andrés Manuel López Obrador, es un verdadero fenómeno político a nivel mundial, experimentando el crecimiento más inesperado en cuatro años, que lo ha convertido en la primera fuerza política nacional. En el Estado, AMLO alcanza un récord de 55 puntos.
MORENA ES EL mayor sustento y la mejor garantía para las pretensiones de Luis Miguel Barbosa de ser gobernador del Estado. Si MORENA arrasa en las urnas a nivel nacional el próximo primero de julio, habría que esperar sorpresas también en Puebla. Si Barbosa gana en Puebla no se deberá a su extraordinario crecimiento como candidato en campaña, sino será producto fundamental del fenómeno de popularidad de MORENA.
EL CASO DE ENRIQUE Doger es todo lo contrario al de Martha Erika y al de Luis Miguel Barbosa. Siendo el mejor de los candidatos, su partido, el PRI, atraviesa por una de las etapas más grises y tristes de su historia; hay un enorme rechazo y fastidio popular hacia el PRI y hacia la imagen presidencial de Enrique Peña Nieto.
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