/ sábado 30 de abril de 2022

México ante el entorno económico mundial

Si bien el presente 2022 se torna complicado en la esfera mundial, las perspectivas apuntan a un 2023 aún más complejo. Debido en primer término, al daño económico causado por la pandemia del COVID-19 que, sumado al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, han afectado y presionado los precios de la cadena alimenticia, así como el de los energéticos.

En este orden el FMI para enero del presente 2022, estimaba un crecimiento en el mundo de 4.4% y de 3.8% para el 2023 sin embargo para abril ajusta su pronóstico, señalando que se espera un crecimiento de solo 3.6% para 2022 y 2023, el cual atribuye a la incertidumbre en diversas regiones del mundo.

Y considera que el escenario puede recrudecerse y ampliarse debido a los impactos devastadores del conflicto bélico, lo cual hará que la mayoría de los países mantengan el empleo y la producción por debajo de los niveles prepandemia hasta 2026.

Ante este entorno, el FMI proyecta que la inflación alcanzaría el 5.7% para las economías avanzadas y 8.7% para las emergentes y en desarrollo, cuando en enero la proyectaba en 3.9% y 5.9% respectivamente. Para nuestro país este escenario mundial, determinará implicaciones no favorables.

Justo al iniciar la presente semana, el Indicador Global de la Actividad Económica, que publico el INEGI, establece que la medición aproximada del PIB mensual presenta un estancamiento en febrero pasado respecto a enero.

Aduciendo que la recuperación económica continúa siendo lenta, incompleta y desigual entre sectores.

Al respecto, …“el sector primario –agropecuario– tuvo el peor desempeño al retroceder en febrero 3.8 por ciento mensual, el secundario –industrial–cayó 1.0 por ciento, mientras que el terciario –comercio y servicios– creció 0.6 por ciento.

La producción industrial hizo una pausa en su proceso de recuperación, como resultado de la contracción de 6.6 por ciento mensual en la minería y de 1.5 por ciento en la construcción, que retrocedió por sexto mes.

Por el contrario, las manufacturas registraron en febrero un crecimiento de 0.6 por ciento y acumularon cinco meses consecutivos de incrementos.

La actividad manufacturera, que ha resentido la escasez de semiconductores con afectaciones principalmente en la industria automotriz, mantiene una trayectoria de recuperación desde octubre pasado”….

Al final de la presente semana, el INEGI publicará la estimación oportuna del PIB de México para el primer trimestre de 2022; con base en las proyecciones de los expertos, el crecimiento trimestral de la actividad económica en el periodo enero-marzo es cercano a 1.5 por ciento.

Ello muestra que la actividad económica se encuentra por debajo del nivel previo a la pandemia y que con base en los datos del IGAE, la perdida de la actividad económica es de aproximadamente cuatro años y cinco meses.

Es sin duda una realidad difícil de entender y más aun de enfrentar, ante la creciente presión sobre los precios de bienes y servicios, pues la inflación rebasa el 7%; si a ello se agrega la desconfianza empresarial y el alza de las campañas de odio, el escenario para México en el corto y mediano plazos no es favorable.

Debido a que el mayor riesgo para el país se refleja en el deterioro en el clima de negocios y los bajos indicadores de inversión privada, los cuales muestran la desconfianza que existe para promover inversiones.

Ello hará más difícil la recuperación de la economía, si no hay la confianza necesaria para promover la inversión; y en un entorno de bajo crecimiento y alta inflación no solo en México sino en el mundo, el riesgo es el de caer en estanflación.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com

Si bien el presente 2022 se torna complicado en la esfera mundial, las perspectivas apuntan a un 2023 aún más complejo. Debido en primer término, al daño económico causado por la pandemia del COVID-19 que, sumado al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, han afectado y presionado los precios de la cadena alimenticia, así como el de los energéticos.

En este orden el FMI para enero del presente 2022, estimaba un crecimiento en el mundo de 4.4% y de 3.8% para el 2023 sin embargo para abril ajusta su pronóstico, señalando que se espera un crecimiento de solo 3.6% para 2022 y 2023, el cual atribuye a la incertidumbre en diversas regiones del mundo.

Y considera que el escenario puede recrudecerse y ampliarse debido a los impactos devastadores del conflicto bélico, lo cual hará que la mayoría de los países mantengan el empleo y la producción por debajo de los niveles prepandemia hasta 2026.

Ante este entorno, el FMI proyecta que la inflación alcanzaría el 5.7% para las economías avanzadas y 8.7% para las emergentes y en desarrollo, cuando en enero la proyectaba en 3.9% y 5.9% respectivamente. Para nuestro país este escenario mundial, determinará implicaciones no favorables.

Justo al iniciar la presente semana, el Indicador Global de la Actividad Económica, que publico el INEGI, establece que la medición aproximada del PIB mensual presenta un estancamiento en febrero pasado respecto a enero.

Aduciendo que la recuperación económica continúa siendo lenta, incompleta y desigual entre sectores.

Al respecto, …“el sector primario –agropecuario– tuvo el peor desempeño al retroceder en febrero 3.8 por ciento mensual, el secundario –industrial–cayó 1.0 por ciento, mientras que el terciario –comercio y servicios– creció 0.6 por ciento.

La producción industrial hizo una pausa en su proceso de recuperación, como resultado de la contracción de 6.6 por ciento mensual en la minería y de 1.5 por ciento en la construcción, que retrocedió por sexto mes.

Por el contrario, las manufacturas registraron en febrero un crecimiento de 0.6 por ciento y acumularon cinco meses consecutivos de incrementos.

La actividad manufacturera, que ha resentido la escasez de semiconductores con afectaciones principalmente en la industria automotriz, mantiene una trayectoria de recuperación desde octubre pasado”….

Al final de la presente semana, el INEGI publicará la estimación oportuna del PIB de México para el primer trimestre de 2022; con base en las proyecciones de los expertos, el crecimiento trimestral de la actividad económica en el periodo enero-marzo es cercano a 1.5 por ciento.

Ello muestra que la actividad económica se encuentra por debajo del nivel previo a la pandemia y que con base en los datos del IGAE, la perdida de la actividad económica es de aproximadamente cuatro años y cinco meses.

Es sin duda una realidad difícil de entender y más aun de enfrentar, ante la creciente presión sobre los precios de bienes y servicios, pues la inflación rebasa el 7%; si a ello se agrega la desconfianza empresarial y el alza de las campañas de odio, el escenario para México en el corto y mediano plazos no es favorable.

Debido a que el mayor riesgo para el país se refleja en el deterioro en el clima de negocios y los bajos indicadores de inversión privada, los cuales muestran la desconfianza que existe para promover inversiones.

Ello hará más difícil la recuperación de la economía, si no hay la confianza necesaria para promover la inversión; y en un entorno de bajo crecimiento y alta inflación no solo en México sino en el mundo, el riesgo es el de caer en estanflación.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com