/ sábado 23 de enero de 2021

Nacer marginado no te hace defender a los marginados

Recientemente tomó posesión el presidente estadounidense Josep Biden, quien en su gabinete incluyó a personas de la comunidad latina y afroamericana, inclusive una persona transgénero en la Subsecretaría de Salud, situación que se muestra como incluyente, sin embargo, hay que analizar hasta qué punto este tipo de acciones verdaderamente pueden ser benéficas y no solo parte de una simulación.

En primer lugar, creo que el bienestar de los EU redunda positivamente de alguna manera en México e indudablemente la salida de Tump sanea la política de nuestro vecino, pero no esperemos mucho del demócrata, él, así como todos los inquilinos de la Casa Blanca, tendrá como prioridad los intereses de su país.

Ahora bien, respecto a la génesis del gabinete debemos recordar que Estados Unidos es un país de inmigrantes, con una diversidad enorme, lo cual hace ver gente de origen europeo, africano, asiático y latino, pero que ahora son estadounidenses como tal, simplemente veamos a los oficiales de la Patrulla Fronteriza de origen mexicano, cuya actitud es igual de ruda respecto a los que quieren cruzar ilegalmente el Rio Bravo; también podemos mencionar a los soldados de origen japonés o alemán que combatieron fieramente en la Segunda Guerra Mundial, arriesgando su vida por las barras y las estrellas.

Yo considero que una persona debe ocupar un puesto por sus méritos y capacidades, independientemente que sea indígena, migrante, LGBT y otros grupos que han sido considerados como vulnerables o marginados.

En los últimos tiempos han existido esfuerzos por lograr la inclusión, pero hay que saber qué significa este concepto para no desvirtuarlo, este nos indica que hay que integrar a todas las personas a la sociedad, en un plano de civilidad e igualdad, pero esto es muy diferente a querer romantizar a esos grupos y pensar que, por sí mismos, todos los integrantes de esos colectivos son ciudadanos honestos y capaces.

Personalmente tengo amigos pertenecientes a esos grupos y siempre los he tratado de igual a igual, sin victimizarlos ni idealizarlos, ya que eso sería discriminarlos, recordando ese principio jurídico de “quien distingue discrimina”.

Algo muy importante, muy visto mucho en nuestra nación, es que aquel que logra salir de su condición de vulnerabilidad no hace nada por el grupo social de donde viene, por ejemplo, cuántos obreros o campesinos que lograron ser líderes sindicales y políticos importantes jamás hicieron algo por sus agremiados. Tenemos el caso de quien presume haber surgido de la pobreza, pero llegando al poder se enriquece abusivamente, tratando quizá de compensar sus carencias infantiles y olvidándose de quien menos tiene. No podemos dejar de mencionar a gobernantes no heterosexuales, quienes tratan de ocultar su preferencia y no hacen nada por la comunidad LGBT.

Otros ejemplos en la historia los tenemos en los esclavos negros que fueron reclutados y ellos mismos ayudaban a capturar a otros africanos, convirtiéndose en parte de la maquinaria colonial y esclavista.

También hay personas ricas que estaban en contra del sistema que los privilegió, recordemos que una de las primeras acciones de Fidel Castro fue expropiar las haciendas azucareras de su familia, aunque después el socialismo cubano haya fracasado.

Las personas y los pueblos cambian de diferentes maneras, en una evolución social que tienen todos los pueblos, decía Jean Paul Sartre que “un hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”, por lo que resultaría válido que una persona cambiara sus convicciones, lo negativo es quien hipócritamente se promociona diciendo que “luchará por los suyos”, cuando en realidad ese alguien ya no pertenece a ese grupo. Esto es una mentira que se ha evidenciado cualquier cantidad de veces, pero que sigue siendo muy efectiva, publicitariamente hablando, ante una población que en buena medida es apática e ignorante.

Con todo lo anterior, quiero decir que para que una persona defienda a un grupo social lo que se necesita son convicciones auténticas, las cuales pueden surgir de diferentes factores como los orígenes de un individuo, pero estos, por sí mismos, no determinan las actitudes futuras en cuanto a la defensa de un colectivo, así que es un error pensar que porque una persona fue pobre defenderá los pobres, por volver a citar el ejemplo más ilustrativo.

Reiteramos nuestros parabienes a la administración entrante y esperemos que esto ayude a salir de la mala situación que vive Norteamérica y el mundo. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

Recientemente tomó posesión el presidente estadounidense Josep Biden, quien en su gabinete incluyó a personas de la comunidad latina y afroamericana, inclusive una persona transgénero en la Subsecretaría de Salud, situación que se muestra como incluyente, sin embargo, hay que analizar hasta qué punto este tipo de acciones verdaderamente pueden ser benéficas y no solo parte de una simulación.

En primer lugar, creo que el bienestar de los EU redunda positivamente de alguna manera en México e indudablemente la salida de Tump sanea la política de nuestro vecino, pero no esperemos mucho del demócrata, él, así como todos los inquilinos de la Casa Blanca, tendrá como prioridad los intereses de su país.

Ahora bien, respecto a la génesis del gabinete debemos recordar que Estados Unidos es un país de inmigrantes, con una diversidad enorme, lo cual hace ver gente de origen europeo, africano, asiático y latino, pero que ahora son estadounidenses como tal, simplemente veamos a los oficiales de la Patrulla Fronteriza de origen mexicano, cuya actitud es igual de ruda respecto a los que quieren cruzar ilegalmente el Rio Bravo; también podemos mencionar a los soldados de origen japonés o alemán que combatieron fieramente en la Segunda Guerra Mundial, arriesgando su vida por las barras y las estrellas.

Yo considero que una persona debe ocupar un puesto por sus méritos y capacidades, independientemente que sea indígena, migrante, LGBT y otros grupos que han sido considerados como vulnerables o marginados.

En los últimos tiempos han existido esfuerzos por lograr la inclusión, pero hay que saber qué significa este concepto para no desvirtuarlo, este nos indica que hay que integrar a todas las personas a la sociedad, en un plano de civilidad e igualdad, pero esto es muy diferente a querer romantizar a esos grupos y pensar que, por sí mismos, todos los integrantes de esos colectivos son ciudadanos honestos y capaces.

Personalmente tengo amigos pertenecientes a esos grupos y siempre los he tratado de igual a igual, sin victimizarlos ni idealizarlos, ya que eso sería discriminarlos, recordando ese principio jurídico de “quien distingue discrimina”.

Algo muy importante, muy visto mucho en nuestra nación, es que aquel que logra salir de su condición de vulnerabilidad no hace nada por el grupo social de donde viene, por ejemplo, cuántos obreros o campesinos que lograron ser líderes sindicales y políticos importantes jamás hicieron algo por sus agremiados. Tenemos el caso de quien presume haber surgido de la pobreza, pero llegando al poder se enriquece abusivamente, tratando quizá de compensar sus carencias infantiles y olvidándose de quien menos tiene. No podemos dejar de mencionar a gobernantes no heterosexuales, quienes tratan de ocultar su preferencia y no hacen nada por la comunidad LGBT.

Otros ejemplos en la historia los tenemos en los esclavos negros que fueron reclutados y ellos mismos ayudaban a capturar a otros africanos, convirtiéndose en parte de la maquinaria colonial y esclavista.

También hay personas ricas que estaban en contra del sistema que los privilegió, recordemos que una de las primeras acciones de Fidel Castro fue expropiar las haciendas azucareras de su familia, aunque después el socialismo cubano haya fracasado.

Las personas y los pueblos cambian de diferentes maneras, en una evolución social que tienen todos los pueblos, decía Jean Paul Sartre que “un hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”, por lo que resultaría válido que una persona cambiara sus convicciones, lo negativo es quien hipócritamente se promociona diciendo que “luchará por los suyos”, cuando en realidad ese alguien ya no pertenece a ese grupo. Esto es una mentira que se ha evidenciado cualquier cantidad de veces, pero que sigue siendo muy efectiva, publicitariamente hablando, ante una población que en buena medida es apática e ignorante.

Con todo lo anterior, quiero decir que para que una persona defienda a un grupo social lo que se necesita son convicciones auténticas, las cuales pueden surgir de diferentes factores como los orígenes de un individuo, pero estos, por sí mismos, no determinan las actitudes futuras en cuanto a la defensa de un colectivo, así que es un error pensar que porque una persona fue pobre defenderá los pobres, por volver a citar el ejemplo más ilustrativo.

Reiteramos nuestros parabienes a la administración entrante y esperemos que esto ayude a salir de la mala situación que vive Norteamérica y el mundo. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.