Las acciones rumbo al próximo proceso electoral iniciaron el último trimestre del pasado 2020, proceso que culminará con la participación en las urnas el próximo 6 de junio del presente 2021.
Este será el proceso electoral más grande de la historia en nuestro país, donde se cuenta con aproximadamente un padrón de 95 millones de electores en la república mexicana y se elegirán cerca de 22 mil cargos de elección popular.
Él proceso electoral, se llevarán a cabo durante la pandemia, la cual afectará en mayor o menor medida el desarrollo de las campañas, al respecto varias fuerzas políticas y partidos nacionales han decidido unir fuerzas en lo que denominan la coalición, dejando desde luego a un lado sus rivalidades y la ideología, señalando que su principal objetivo se orientará en obtener la mayoría en la cámara baja y en las 15 gobernaturas.
La incógnita es identificar el porqué, se dan estas alianzas y que los motiva, al respecto cabe hacer un paréntesis, retomando el pensamiento de Francis Fukuyama sobre la identidad.
Señala lo difícil de “teorizar sobre la identidad nacional, porque los países actuales son el subproducto de luchas históricas complejas y caóticas, con frecuencia violentas y represivas. Las naciones resultantes son plataformas viables en las que se pueden crear instituciones democráticas, pero los resultados continúan siendo controvertidos y constantemente se ven desafiados por cambios demográfico económicos y políticos”.
Al respecto México ha transitado por décadas, para poder contar con una sólida institución como lo es el Instituto Nacional Electoral (INE) como el principal garante en la renovación del poder público en la historia de México, que independientemente de que será complejo el proceso y la jornada electoral, se pondrá a prueba no solo la institución, sino la democracia del país.
Por otra parte, debido al Covid-19, se darán durante las campañas formales acciones y situaciones tal vez no previstas y lo que esperamos los ciudadanos, es que se respeten las reglas, reglamentos y las leyes y, que la pandemia no sea un elemento que impida el buen funcionamiento de la democracia, al tiempo que deseamos que los candidatos estén a la altura de esta nueva realidad y que los instrumentos que se utilicen en la comunicación, aparte de ser novedosos, alienten la participación ciudadana en la emisión de su sufragio.
Para que ello suceda, hoy más que nunca importara saber quienes son los candidatos y su trayectoria; donde sus antecedentes tendrán un peso específico para ganar la elección, independientemente de identificar o conocer la ideología de partido que los postula, factor que será importante para que el votante participe el día de la elección.
De cara al próximo proceso electoral, la esperanza tiene que verse reflejada; dando limpieza y pulcritud al próximo proceso electoral, desterrando el asedio y la mentira hacia los actores políticos, para lo cual el electorado debe evaluar la trayectoria de los candidatos; privilegiando en todo momento la dignidad humana, pues la lucha no solo debe darse para arribar al poder, sino para lograr que el país en cada ámbito de identidad territorial logre ampliar su desarrollo.
Por ello la importancia de propiciar el análisis y la reflexión, con los candidatos que desean representarnos para conocer no solo sus propuestas sino su visión del país, donde esclarezcan y definan la sustentabilidad y viabilidad de sus propuestas.
Ello evitará la polarización tanto política como social, pues de no hacerlo, se seguirá incrementando el divisionismo, al tiempo de generar más violencia y, la consecuencia de no frenarla, provocará una mayor degradación social.
Debido a la actual circunstancia por la que atraviesa el mundo y nuestro país, será el peso de la historia más que las circunstancias, lo que logrará definir el rumbo del país que deseamos y al que tenemos derecho cada ciudadano mexicano.
Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com