/ sábado 27 de febrero de 2021

Pobreza, ¿una enfermedad social?

Analistas e investigadores coinciden en señalar que la pobreza es parecida a una epidemia que afecta a millones de personas en el mundo y, que de ella cerca de mil 400 millones se encuentran en el rango de la pobreza extrema y, 900 millones no cuentan con servicio básicos como educación y salud, o no tienen acceso o red de agua y; donde la hambruna es un problema bastante serio.

El último trimestre del 2020, el Banco Mundial señaló que debido a la pandemia del Covid-19 la pobreza extrema en el mundo, se incrementó, lo cual no sucedía por lo menos durante los últimos 20 años; es decir, que quienes habían logrado salir de ella, podrían regresar, debido fundamentalmente a la pandemia y al cambio climático entre otros factores.

Los especialistas clasifican a la pobreza en: 1) pobreza material, identificada por el bajo nivel de escolaridad, analfabetismo y precariedad laboral;

2) pobreza rural, se identifica cuando la situación económica (ingreso) es inferior que al de las áreas urbanas;

3) pobreza urbana, se identifica en los núcleos urbanos, por su crecimiento generado por el fenómeno migratorio campo-ciudad, donde sus habitantes sobreviven con bajísimos ingresos lo cual les genera una carencia de servicios;

4) pobreza estructural se identifica por la afectación en las condiciones de vida en una sociedad en particular, de estratos sociales muy desiguales, es decir que una parte cuenta con todas las condiciones favorables para su desarrollo y un gran núcleo carece de los servicios, generándoles un empobrecimiento crónico;

5) pobreza infantil que afecta, la salud, el crecimiento y el desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños. Esta desigualdad entre familias pobres genera pobreza infantil y lamentablemente sus efectos se manifiestan desde etapas muy tempranas en la vida del ser humano;

6) la pobreza social, una categoría dentro de un conjunto de personas y se determina de acuerdo al nivel de reacción social que resulta de una situación desfavorable y concreta, su métrica se establece de acuerdo al subsidio que el Estado les otorga o transfiere a personas de bajos recursos.

Podría seguir enumerando aun más, sin embargo, el propósito del presente artículo es identificar las causas y consecuencias de la pobreza en México y su efecto en el desarrollo social.

Al respecto el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer que “la pobreza laboral se ubicó en 40.7% en 2020 mientras que en 2019 era de 37.4%; se trata del aumento más alto de este indicador que se ha registrado desde 2008”.

Por ello, dadas las actuales condiciones y características de cómo se manifiesta la pobreza en México, la cual es fundamentalmente de tipo estructural, debido a las carencias y limitaciones con las cuales se desenvuelve la sociedad, o las realiza en condiciones precarias o de exclusión y discriminación, reduce las oportunidades de desarrollo y bienestar para un alto porcentaje de la población.

De esta forma la carencia de políticas públicas o de su efectividad, frenan el bienestar de la sociedad mexicana, configurando un escenario que aunado a la pandemia por el Covid-19 incrementa la pobreza, el desempleo, la informalidad y, vulnera o limita aún más el desarrollo social.

Ahora bien, la política social, por si sola, no incide totalmente en el bienestar de la población, son también los factores económicos y políticos, los cuales tienen un impacto igual o superior en el bienestar de la sociedad, al tiempo de considerar la interrelacionan con el resto de las políticas, por ejemplo la educativa, o la forma en cómo se implementan en cada localidad, o la heterogeneidad, las desigualdades territoriales y regionales, la estructura y dinámica demográfica y la diversidad cultural, son elementos fundamentales para diseñar los procesos de gestión y que tienen un peso específico en el desarrollo de las políticas sociales.

En tal virtud, el gobierno federal debe tomar en serio la evaluación y efectividad de los programas sociales, para fortalecerlos o reorientarlos, disminuyan la pobreza, generen estabilidad y gobernabilidad y, no sean utilizados para conservar y ampliar el electorado, como principal acción para la conservación del poder.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com

Analistas e investigadores coinciden en señalar que la pobreza es parecida a una epidemia que afecta a millones de personas en el mundo y, que de ella cerca de mil 400 millones se encuentran en el rango de la pobreza extrema y, 900 millones no cuentan con servicio básicos como educación y salud, o no tienen acceso o red de agua y; donde la hambruna es un problema bastante serio.

El último trimestre del 2020, el Banco Mundial señaló que debido a la pandemia del Covid-19 la pobreza extrema en el mundo, se incrementó, lo cual no sucedía por lo menos durante los últimos 20 años; es decir, que quienes habían logrado salir de ella, podrían regresar, debido fundamentalmente a la pandemia y al cambio climático entre otros factores.

Los especialistas clasifican a la pobreza en: 1) pobreza material, identificada por el bajo nivel de escolaridad, analfabetismo y precariedad laboral;

2) pobreza rural, se identifica cuando la situación económica (ingreso) es inferior que al de las áreas urbanas;

3) pobreza urbana, se identifica en los núcleos urbanos, por su crecimiento generado por el fenómeno migratorio campo-ciudad, donde sus habitantes sobreviven con bajísimos ingresos lo cual les genera una carencia de servicios;

4) pobreza estructural se identifica por la afectación en las condiciones de vida en una sociedad en particular, de estratos sociales muy desiguales, es decir que una parte cuenta con todas las condiciones favorables para su desarrollo y un gran núcleo carece de los servicios, generándoles un empobrecimiento crónico;

5) pobreza infantil que afecta, la salud, el crecimiento y el desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños. Esta desigualdad entre familias pobres genera pobreza infantil y lamentablemente sus efectos se manifiestan desde etapas muy tempranas en la vida del ser humano;

6) la pobreza social, una categoría dentro de un conjunto de personas y se determina de acuerdo al nivel de reacción social que resulta de una situación desfavorable y concreta, su métrica se establece de acuerdo al subsidio que el Estado les otorga o transfiere a personas de bajos recursos.

Podría seguir enumerando aun más, sin embargo, el propósito del presente artículo es identificar las causas y consecuencias de la pobreza en México y su efecto en el desarrollo social.

Al respecto el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer que “la pobreza laboral se ubicó en 40.7% en 2020 mientras que en 2019 era de 37.4%; se trata del aumento más alto de este indicador que se ha registrado desde 2008”.

Por ello, dadas las actuales condiciones y características de cómo se manifiesta la pobreza en México, la cual es fundamentalmente de tipo estructural, debido a las carencias y limitaciones con las cuales se desenvuelve la sociedad, o las realiza en condiciones precarias o de exclusión y discriminación, reduce las oportunidades de desarrollo y bienestar para un alto porcentaje de la población.

De esta forma la carencia de políticas públicas o de su efectividad, frenan el bienestar de la sociedad mexicana, configurando un escenario que aunado a la pandemia por el Covid-19 incrementa la pobreza, el desempleo, la informalidad y, vulnera o limita aún más el desarrollo social.

Ahora bien, la política social, por si sola, no incide totalmente en el bienestar de la población, son también los factores económicos y políticos, los cuales tienen un impacto igual o superior en el bienestar de la sociedad, al tiempo de considerar la interrelacionan con el resto de las políticas, por ejemplo la educativa, o la forma en cómo se implementan en cada localidad, o la heterogeneidad, las desigualdades territoriales y regionales, la estructura y dinámica demográfica y la diversidad cultural, son elementos fundamentales para diseñar los procesos de gestión y que tienen un peso específico en el desarrollo de las políticas sociales.

En tal virtud, el gobierno federal debe tomar en serio la evaluación y efectividad de los programas sociales, para fortalecerlos o reorientarlos, disminuyan la pobreza, generen estabilidad y gobernabilidad y, no sean utilizados para conservar y ampliar el electorado, como principal acción para la conservación del poder.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com