/ lunes 15 de abril de 2024

Un debate y cuatro decepciones 

A una semana del primer debate presidencial podríamos concluir que este se caracterizó por no dejar satisfechas a ninguna de las partes, de las cuales entre las principales decepcionadas está la ciudadanía, que respondió con una audiencia de 11.8 millones de personas interesadas en ver este ejercicio de contraste entre quienes aspiran al máximo cargo público que hay en el país, mismo que en cuanto a debates venía de un buen desempeño y organización por parte del INE en la elección del 2018, pero que lastimosamente “este INE” el pasado domingo presentó un formato acartonado, de tonos lúgubres, con fallas técnicas, moderadores que no intervenían dando seguimiento a los cuestionamientos que se planteaban y debatientes que no debatían, sino que más bien omitían responder a las preguntas que se les hacían, que daban respuestas y propuestas a medias y en muchas ocasiones también mentían.

Con respecto a las y los morenistas, tras el debate se pudo sentir decepción y alivio más que genuinas muestras de triunfo, lo anterior a consecuencia de una Claudia que durante el mismo evadió aclarar o defenderse de polémicas en al menos 17 ocasiones, y que tampoco defendió los resultados de López Obrador ni las acusaciones a la familia presidencial, generalizando el sentimiento de que Sheinbaum no fue quien ganó, únicamente fue la que menos perdió. Aunque eso sí, la historia en el post debate fue muy diferente por la visible molestia del inquilino de palacio nacional y sus más allegados, por las acciones y omisiones de la candidata de la coalición gobernante dentro del primer debate, aún falta ver las consecuencias de esta polémica, que quizá presagie al fin un distanciamiento entre el presidente y su candidata.

Por otro lado quienes simpatizan con la candidatura de Xóchitl Gálvez quedaron insatisfechos con el rendimiento de la abanderada frentista, pues en términos boxísticos pecó de tirar muchos jabs, pero sin conectar un buen golpe que le permitiera noquear a su principal contrincante, aunque es cierto que el formato final del debate no le favoreció, es innegable el notar que llegó sin ritmo, desconcentrada y hasta nerviosa, so pretexto quizá de la viralización del video de uno de sus hijos en un estado inconveniente y con una reprochable conducta tan solo 3 días antes, dejando pasar así una oportunidad de oro para crecer en las encuestas, en donde a tan solo 2 meses de las elecciones su última oportunidad será el próximo 28 de abril en el segundo debate presidencial, que abordara el principal reclamo a este gobierno, la inseguridad, si Xóchitl no gana contundentemente en esa ocasión, dependería de un verdadero milagro para ganar la Presidencia de la República.

Centrándonos ahora en el caso del candidato naranja hace dos semanas escribí en este mismo espacio que Álvarez Máynez mostraría sus cartas al fin, ofreciendo una tercera vía o haciendo el trabajo sucio para morena, pues tras lo ocurrido en el primer debate presidencial quizá la balanza se incline más a la segunda opción, al atacar en reiteradas ocasiones a la candidata de oposición, atribuyéndole personalmente los escándalos y polémicas de los partidos que la postulan y los políticos que la acompañan, mientras que opuestamente en el caso de la 4t, generalizó las pocas ocasiones que atacó a Morena, nunca individualizando estos ataques hacia Claudia a pesar de que ella cuenta con 3 polémicas personales con los casos del Rébsamen, la línea 12 y la ivermectina, de hecho Máynez no dejo de llamar a Xóchitl como “La candidata del PRIAN” (Igual que lo hacía la morenista), mientras que a Claudia la llegó a llamar incluso como "La Doctora Sheinbaum".

Este comportamiento hizo saltar aún más las alarmas de quienes aseguran un pacto secreto entre Movimiento Ciudadano y Morena a nivel federal, luego de las más recientes declaraciones de Álvarez Máynez, quien ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que se lleve a cabo un cuarto debate entre los dos primeros lugares en las encuestas, asumiendo que él sería uno de esos dos lugares, al respecto se pueden intuir dos cosas, la primera es que esto forma parte de una estrategia derivada de un contubernio con el partido oficialista, pues con un par de encuestas a modo al ponerse Máynez y su partido en un falso segundo lugar y llevar a cabo un debate sin Xóchitl Gálvez (Ya sea realizado en el INE o en algún otro foro), darían un golpe letal a la moral de quienes piensen votar por la representante del Frente Amplio por México.

Mientras que la otra teoría nos habla de una absoluta falta de estrategia política al estar atacando indirectamente su propia campaña, pues en caso de no quedar en los primeros dos lugares se estaría auto descartando de un hipotético cuarto debate que él mismo habría planteado, todo esto al margen de que el candidato Máynez tampoco arrasó en el primer debate y aunque presumió su nombre como tendencia en Twitter, quizá se enteró tarde de que en la mayoría de los casos era para hacerle memes o burlas, por lo que más que dejar satisfechos a las y los genuinos simpatizantes de su partido, los deja con una importante pregunta ¿A qué está jugando Movimiento Ciudadano?.


A una semana del primer debate presidencial podríamos concluir que este se caracterizó por no dejar satisfechas a ninguna de las partes, de las cuales entre las principales decepcionadas está la ciudadanía, que respondió con una audiencia de 11.8 millones de personas interesadas en ver este ejercicio de contraste entre quienes aspiran al máximo cargo público que hay en el país, mismo que en cuanto a debates venía de un buen desempeño y organización por parte del INE en la elección del 2018, pero que lastimosamente “este INE” el pasado domingo presentó un formato acartonado, de tonos lúgubres, con fallas técnicas, moderadores que no intervenían dando seguimiento a los cuestionamientos que se planteaban y debatientes que no debatían, sino que más bien omitían responder a las preguntas que se les hacían, que daban respuestas y propuestas a medias y en muchas ocasiones también mentían.

Con respecto a las y los morenistas, tras el debate se pudo sentir decepción y alivio más que genuinas muestras de triunfo, lo anterior a consecuencia de una Claudia que durante el mismo evadió aclarar o defenderse de polémicas en al menos 17 ocasiones, y que tampoco defendió los resultados de López Obrador ni las acusaciones a la familia presidencial, generalizando el sentimiento de que Sheinbaum no fue quien ganó, únicamente fue la que menos perdió. Aunque eso sí, la historia en el post debate fue muy diferente por la visible molestia del inquilino de palacio nacional y sus más allegados, por las acciones y omisiones de la candidata de la coalición gobernante dentro del primer debate, aún falta ver las consecuencias de esta polémica, que quizá presagie al fin un distanciamiento entre el presidente y su candidata.

Por otro lado quienes simpatizan con la candidatura de Xóchitl Gálvez quedaron insatisfechos con el rendimiento de la abanderada frentista, pues en términos boxísticos pecó de tirar muchos jabs, pero sin conectar un buen golpe que le permitiera noquear a su principal contrincante, aunque es cierto que el formato final del debate no le favoreció, es innegable el notar que llegó sin ritmo, desconcentrada y hasta nerviosa, so pretexto quizá de la viralización del video de uno de sus hijos en un estado inconveniente y con una reprochable conducta tan solo 3 días antes, dejando pasar así una oportunidad de oro para crecer en las encuestas, en donde a tan solo 2 meses de las elecciones su última oportunidad será el próximo 28 de abril en el segundo debate presidencial, que abordara el principal reclamo a este gobierno, la inseguridad, si Xóchitl no gana contundentemente en esa ocasión, dependería de un verdadero milagro para ganar la Presidencia de la República.

Centrándonos ahora en el caso del candidato naranja hace dos semanas escribí en este mismo espacio que Álvarez Máynez mostraría sus cartas al fin, ofreciendo una tercera vía o haciendo el trabajo sucio para morena, pues tras lo ocurrido en el primer debate presidencial quizá la balanza se incline más a la segunda opción, al atacar en reiteradas ocasiones a la candidata de oposición, atribuyéndole personalmente los escándalos y polémicas de los partidos que la postulan y los políticos que la acompañan, mientras que opuestamente en el caso de la 4t, generalizó las pocas ocasiones que atacó a Morena, nunca individualizando estos ataques hacia Claudia a pesar de que ella cuenta con 3 polémicas personales con los casos del Rébsamen, la línea 12 y la ivermectina, de hecho Máynez no dejo de llamar a Xóchitl como “La candidata del PRIAN” (Igual que lo hacía la morenista), mientras que a Claudia la llegó a llamar incluso como "La Doctora Sheinbaum".

Este comportamiento hizo saltar aún más las alarmas de quienes aseguran un pacto secreto entre Movimiento Ciudadano y Morena a nivel federal, luego de las más recientes declaraciones de Álvarez Máynez, quien ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que se lleve a cabo un cuarto debate entre los dos primeros lugares en las encuestas, asumiendo que él sería uno de esos dos lugares, al respecto se pueden intuir dos cosas, la primera es que esto forma parte de una estrategia derivada de un contubernio con el partido oficialista, pues con un par de encuestas a modo al ponerse Máynez y su partido en un falso segundo lugar y llevar a cabo un debate sin Xóchitl Gálvez (Ya sea realizado en el INE o en algún otro foro), darían un golpe letal a la moral de quienes piensen votar por la representante del Frente Amplio por México.

Mientras que la otra teoría nos habla de una absoluta falta de estrategia política al estar atacando indirectamente su propia campaña, pues en caso de no quedar en los primeros dos lugares se estaría auto descartando de un hipotético cuarto debate que él mismo habría planteado, todo esto al margen de que el candidato Máynez tampoco arrasó en el primer debate y aunque presumió su nombre como tendencia en Twitter, quizá se enteró tarde de que en la mayoría de los casos era para hacerle memes o burlas, por lo que más que dejar satisfechos a las y los genuinos simpatizantes de su partido, los deja con una importante pregunta ¿A qué está jugando Movimiento Ciudadano?.