Fue sin duda un largo camino el que vivimos para el inicio de las campañas presidenciales, desde el tiempo de las corcholatas oficialistas y las de oposición, el registro y paulatino fracaso de los aspirantes a ser candidatos independientes, el inicio formal de las precampañas y el extraño periodo de las intercampañas, pero no hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla, y el pasado primero de marzo inició formalmente la carrera de quienes estarán en la boleta presidencial, en lo que parece ser la perfecta radiografía de lo que estaremos viendo estos próximos tres meses.
Comenzamos con Jorge Álvarez Mainez, el candidato de Movimiento Ciudadano decidió iniciar en Jalisco, uno de los dos bastiones que tiene el partido a pesar de que su propio compañero de militancia, nada y nada menos que el Gobernador Enrique Alfaro, criticó severamente su candidatura, y es que la postulación de Maynez es la crónica de un desastre anunciado.
Pues parece ser que el partido naranja perdió demasiado tiempo en decidir quien sería su candidato y esperanzados a una utopía, murieron esperando a que Marcelo Ebrard se uniera a su causa, luego entonces no ayudó en nada a la imagen del partido el desastre de dos semanas de precandidatura de Samuel García, que terminó dejando el destino de la “Nueva Política” en manos de un desconocido Jorge Álvarez Maynes, que más bien parece estar ahí por el mero compromiso de estar y sumar los votos que pueda para garantizar recursos y puestos en el Congreso a su partido.
Dicho lo anterior esta será una elección de dos, así que arrancamos con quien va arriba en las encuestas, la candidata de la coalición gobernante Claudia Sheinbaum quien inició en su zona de confort, en la plancha del zócalo de la ciudad que hasta hace unos meses gobernó (en donde por cierto ahora sí lució la bandera nacional), utilizando literalmente la imagen del presidente López Obrador y apropiándose de las iniciativas del mismo, defendiendo a capa y espada todo lo realizado por la cuarta transformación.
Sin embargo esta es un arma de doble filo, pues a pesar de que el colgarse del discurso e imagen del presidente de la república la ha llevado a iniciar en su techo, con una amplia ventaja respecto a su más inmediata perseguidora, basar su campaña en el legado político de Andrés Manuel le quita el control de su propia candidatura y la posibilidad de distanciarse de él para sumar más votos a su causa, provocando también que cada error de Amlo de aquí al día de la elección, le signifique un costo político a su campaña, lo que por consecuencia la hace dependiente de la operación política de morena y aliados el día de la elección, afortunadamente (para Claudia) la 4t ha aprendido rápidamente a replicar las artimañas y triquiñuelas electorales del viejo PRI.
Con respecto a la candidata de oposición, luego de su meteórico ascenso y posteriores tropiezos Xóchitl Gálvez decidió arrancar en Fresnillo Zacatecas, para inaugurar su campaña con el que se perfila a ser un constante y un contundente mensaje en contra del principal reclamo a la actual administración, la seguridad. La abanderada de la coalición del PRI, PAN y PRD, le apuesta a ganar las voluntades de quienes se han visto defraudados o directamente afectados o denostados por el presidente, que no son pocos: Feministas, ambientalistas, científicos, deportistas, juristas, madres buscadoras, padres de niños con cáncer y la clase media en general, sin embargo el apoyo que deberían mostrar hacía Gálvez no se ve reflejado en las encuestas, quizá porque la candidata no entiende que para ganar la elección no basta solo con su particular historia de vida y el voto antiamlo, sino que debe dar avisos de seriedad, profundidad y la profesionalidad con la que debe conducirse un aspirante a jefe de estado.
La buena noticia para Xóchitl es que el cambio en su imagen que comenzó a mostrar desde inicios del presente año comienza a tener ciertos resultados, la mala noticia es que el tiempo corre y esos meses que desperdicio en su inexplicable apagón en el segundo semestre del 2023, podrían ser la diferencia este 2 junio, además cabe resaltar que la candidata opositora no lidia solo con su campaña, sino que también con el lastre que representan los partidos y actores políticos que están detrás de ella, generándole un serio problema, pues a pesar de que hay gente que simpatice con ella, bajo ninguna circunstancia votaría por partidos como el PRI o el PAN.
Pero no obstante quienes aspiran a ganar la presidencia y sus respectivos contextos, lo más vital a resaltar con el inicio del presente proceso electoral, es la importancia de nuestra participación en los siguientes comicios, por medio de un voto libre y meditado, este año tenemos el reto de superar el abstencionismo que históricamente nos ha perseguido, para tomar en nuestras manos el destino del país, tenemos tres meses para informarnos, cuestionarnos y el próximo 2 de junio votar, por quién nosotros queramos, pero haciendo valer no sólo nuestro derecho, sino nuestra obligación con México.
