/ sábado 24 de febrero de 2018

Supuestas predicciones de sismos, reflejo de nuestra pobre cultura democrática

Recientemente sufrimos un par de movimientos telúricos notables que alarmaron a la población de algún modo. Recalco el adjetivo de notable porque se han dado cientos de réplicas sin importancia que han hecho también vibrar el suelo.

En las redes sociales se ven mensajes de “¿Están todos bien?”, los cuales podrían parecer una expresión de solidaridad, aunque a mí me parecen más bien un texto más para querer hacerse notar, como sucede con la mayoría de publicaciones de facebook o algún otro sitio.

Sólo en México existen precampañas, intercampañas, campañas, alianzas entre izquierda y derecha y políticos que trabajan simultáneamente para distintos amos políticos; órganos electorales totalmente parcializados y propuestas sumamente irrealizables, pero son creídas por una población mayormente carente de una capacidad de reflexión acerca de lo que ve y escucha.

En este contexto de ignorancia, es muy fácil caer en las fake news, también llamadas falsas noticias que hay acerca de los temas de relevancia, como lo es el referente a los sismos. Hay toda una serie de afirmaciones que hablan de un megaterremoto y cosas por el estilo, lo cual es algo bastante peligroso porque infunde un miedo que resulta perjudicial para todos.

Esto me recuerda lo sucedido un 30 de octubre de 1938, en unos Estados Unidos que apenas empezaban a recuperarse de la Gran Depresión, cuando una emisora radial empezó a transmitir un relato acerca de una supuesta invasión extraterrestre. Ese relato de Orson Welles sembró un pánico nunca antes visto y demostró la efectividad de la combinación entre la ignorancia, la pobreza y una mentira bien estructurada.

Predecir un sismo es algo absolutamente imposible hasta nuestros días, aún con los avances tecnológicos, sin embargo, hay quien lanza esas amenazas con el fin de tener algo de expectación, así como sucede con los candidatos que prometen subir los salarios, bajar los impuestos, erradicar la corrupción y otros tantos problemas que son estructurales, es decir, de una dificilísima solución, pese a lo anterior, a la mayoría de la población le gusta escuchar una cascada de mentiras, para posteriormente frustrarse y luego volver a creer, así como sucede con una persona golpeada y enamorada, la cual sufre vejaciones, pero se niega a dejar a su pareja.

En esa historia de lastimosa credulidad y sufrimiento se ha desarrollado la historia de nuestra democracia, lo cual nos indica que no hay una madurez y capacidad reflexiva por parte de la población.

Las campañas basadas en movilizaciones, compra de votos, ataques infundados y propuestas irrealizables son el método que han adoptado los partidos para lograr el triunfo de nuestros candidatos, situación que se compara con los millones de supersticiosos que creen en el fin de mundo, megaterrremotos, brujerías, créditos milagro y tantos otros elementos que hacen ricos a unos y miserables a otros, no solo económica, sino culturalmente. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; @vicente_aven.


Recientemente sufrimos un par de movimientos telúricos notables que alarmaron a la población de algún modo. Recalco el adjetivo de notable porque se han dado cientos de réplicas sin importancia que han hecho también vibrar el suelo.

En las redes sociales se ven mensajes de “¿Están todos bien?”, los cuales podrían parecer una expresión de solidaridad, aunque a mí me parecen más bien un texto más para querer hacerse notar, como sucede con la mayoría de publicaciones de facebook o algún otro sitio.

Sólo en México existen precampañas, intercampañas, campañas, alianzas entre izquierda y derecha y políticos que trabajan simultáneamente para distintos amos políticos; órganos electorales totalmente parcializados y propuestas sumamente irrealizables, pero son creídas por una población mayormente carente de una capacidad de reflexión acerca de lo que ve y escucha.

En este contexto de ignorancia, es muy fácil caer en las fake news, también llamadas falsas noticias que hay acerca de los temas de relevancia, como lo es el referente a los sismos. Hay toda una serie de afirmaciones que hablan de un megaterremoto y cosas por el estilo, lo cual es algo bastante peligroso porque infunde un miedo que resulta perjudicial para todos.

Esto me recuerda lo sucedido un 30 de octubre de 1938, en unos Estados Unidos que apenas empezaban a recuperarse de la Gran Depresión, cuando una emisora radial empezó a transmitir un relato acerca de una supuesta invasión extraterrestre. Ese relato de Orson Welles sembró un pánico nunca antes visto y demostró la efectividad de la combinación entre la ignorancia, la pobreza y una mentira bien estructurada.

Predecir un sismo es algo absolutamente imposible hasta nuestros días, aún con los avances tecnológicos, sin embargo, hay quien lanza esas amenazas con el fin de tener algo de expectación, así como sucede con los candidatos que prometen subir los salarios, bajar los impuestos, erradicar la corrupción y otros tantos problemas que son estructurales, es decir, de una dificilísima solución, pese a lo anterior, a la mayoría de la población le gusta escuchar una cascada de mentiras, para posteriormente frustrarse y luego volver a creer, así como sucede con una persona golpeada y enamorada, la cual sufre vejaciones, pero se niega a dejar a su pareja.

En esa historia de lastimosa credulidad y sufrimiento se ha desarrollado la historia de nuestra democracia, lo cual nos indica que no hay una madurez y capacidad reflexiva por parte de la población.

Las campañas basadas en movilizaciones, compra de votos, ataques infundados y propuestas irrealizables son el método que han adoptado los partidos para lograr el triunfo de nuestros candidatos, situación que se compara con los millones de supersticiosos que creen en el fin de mundo, megaterrremotos, brujerías, créditos milagro y tantos otros elementos que hacen ricos a unos y miserables a otros, no solo económica, sino culturalmente. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; @vicente_aven.